EINSIEDL

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jueves, 11 de octubre de 2018

LAS TORRES MARAVILLOSAS



-¡Avelino, está usted desaprovechado!.!Pásese lo antes posible por mi despacho en el Gran  Hotel Las Brañas!.

Doña Cecilia Smith, la hermana menor de la mujer de Genaro, directora general de los hoteles del Grupo Rabanal Smith, habló como si hubiese visto algo inesperado.

¡Siempre a sus órdenes ,Doña Cecilia!.!Mañana me acerco, que es mi día libre!.

-¡Mejor, que luego he de viajar a Cancún, Acapulco, Veracruz y Los Ángeles!.

Cecilia delegaba en Subdirectores de diferente nivel, según el establecimiento, su día a día, pero desde el Gran Hotel coordinaba  todas las actividades de la cadena.

Eran finales de los setenta, el turismo internacional empezaba a desarrollarse a velocidad de vértigo, y la clientela era de todo tipo .Razón por la cual, Genaro, con el apoyo de la familia de su mujer, había construido hoteles de lujo como Las Brañas, o los de Acapulco ,Cancún ,Los Ángeles o Veracruz, destinados a clientes  millonarios, pero también reformado, para turistas de clase media, e incluso conservando el status de hotel lavandería ,sus primeras adquisiciones, empezando por La  Reina , donde su compañero de barco y de caminares entre  San Julián y Los Caboalles, aún seguía de portero elegante, ya que no de mozo útil para ayudar en cualquier sitio.

Genaro  se mostraba cauto con Avelino:!una cosa es ayudar un poco y otra es ser magnánimo!.Así que el padre de Long John no ascendió, aunque lucía un uniforme similar al de un coronel de la guardia real británica, y pudo ir colocando poco a poco a sus dos hijas y tres hijos en el Grupo Rabanal.

-¡Mire, Avelino, entre nosotros, aquí hasta que no llegó usted, sólo había gente larga en apellido y en tamaño en las etiquetas de Long John, já, já!.La broma, inesperada, de  Cecilia Smith resultó aduladora para el TSACIANIEGO.

¡Doña Cecilia, yo era la excepción que confirmaba la regla entre mis gentes!.

-¡Y usted que lo diga!.!Basta con fijarse en mi cuñado, já, já, já!.

¡Bueno, Gena…..digo Don Genaro es pequeño de físico, pero con una inteligencia extraordinaria!.Avelino salió como pudo del atolladero en que las bromas de su Directora General podrían meterlo.

-¡Él no se fijó, o no quiso fijarse, pero yo sí!.!Es usted la persona ideal para Jefe de Porteros ¡.!Alto como si fuese un gringo anglosajón, já, já, já, buena persona, culto, y hasta hablando inglés con soltura!.

¡Gracias, Doña Cecilia!.

-¡No se hable más!.!Daré instrucciones aquí y en La Reina para que se incorpore a su nuevo destino la próxima semana!.!De momento, y por esta semana, siga haciendo su turno allí!.

La incorporación de Avelino al Gran Hotel Las Brañas trajo mucha felicidad a la familia .A partir de entonces, Avelino entregaba no sólo la nómina íntegra, casi cuatro veces la de La Reina, a  su mujer, sino también las propinas, casi la misma cantidad que el salario, y se quedaba con unos pocos pesos para cualquier eventualidad que surgiese .Admiraba a Genaro por haber conseguido montar un  emporio del cual él empezaba a saborear por fin algún fruto, pero nunca se preguntó por qué él, el padre de Long John, nunca se había interesado por comprar La  Reina, mientras que el de San Julián sumaba a La Reina Las Torres y ocho o diez hoteles lavandería más, antes propiedad de orensanos y leoneses.

Long John, Juan Luengo, fue el último de la familia en incorporarse al Grupo Rabanal Smith .Alto como un jugador de basket, elegante como un actor de Hollywood, con estudios de turismo e idiomas, no se esforzó mucho en ascender .Disfrutaba como bellboy, encandilaba a las gringas y no gringas de vacaciones, manejaba mucho dinero, por las propinas, como su padre. Y aunque disponía de un apartamento cerca del hotel, las más de las veces era el niño de mamá en el  humilde aunque remozado hogar donde sus padres vivían desde siempre.

Cuando Avelino se jubiló, Juan heredó su plaza de Jefe de Porteros. Tras diez años en el Distrito Federal, aceptó el mismo puesto en el Gran Hotel Cancún Rabanal.

Fue allí, próxima a terminar la primera década del siglo veintiuno, cuando, tras recibir la enésima recriminación de Don Genaro-¡menos mal que ya no me ve a diario!, pensó para sí-los gemelos Mike y Nelson le propusieron incorporase a una de Las Torres Maravillosas, o a las dos , pues podría compaginar actividades en ambos negocios.

Todos los chicanos y  muchos de los inmigrantes centroamericanos poseen la nacionalidad .U.S.A., norteamericana, pero sólo para evitar problemas legales .Viven entre los gringos como raza aparte, sin ganas de progresar, conformándose con salarios humildes, temerosos de la deportación a sus países, donde  temen encontrarse con el desempleo y la hambruna permanentes. Los países de procedencia, México en su mayoría, sirven para que por unas semanas se les considere Gringos, gentes de primera .Se conforman con eso, algo que también ocurría en  España con los  indianos, que después de  tres décadas recogiendo las basuras de Nueva York, regresaban a su aldea montados en el oro, eso decían, con traje, corbata y sombrero o bombín, y hablando con fluidez la lengua de Shakespeare.

-¡Hablan inglés de barco, y a nivel gringo son más bien pobres, pero por EL CAMBIO DE DIVISA, aquí son ricos!.!Los chinos  y pakistaníes vuelven millonarios a sus lares, también por EL CAMBIO DE DIVISA!.XUSTO FENOY, marinero de RIBEIRA, fue cruel, pero asertivo, en sus explicaciones.

Don Genaro supo  hilar fino, en connivencia con su esposa, su cuñada, sus hijos, y los asesores del Grupo Rabanal Smith:!metamos en un crisol a gachupines como yo o Avelino y a todos los peladitos de la calle que  tienen el sueño americano, American dream, dice mi cuñada, y a ver qué sale!.

¡Ya mis ojos vieron el milagro!.!Ya puedo morir tranquilo!, decían los profetas del Antiguo Testamento cuando la visión de una persona, un espíritu o un lugar por unos segundos les llenaba de gozo inmenso.

-¡Cuán hermosa debe de ser Norteamérica, la Tierra Prometida!.!No me importa que LA MIGRA me corte un brazo si me deja entrar!, dicen los desgraciados que dan vueltas en torno a la muralla yanqui entre Ciudad Juárez y El Paso .Van en procesión, en peregrinación, como los hindúes del Sur de la India  que circunvalan la Ciudad Santa de VARANASI/ex BENARÉS. De otras circunvalaciones y otras ciudades santas, cobarde que soy, mejor que no hablemos.!Pero haberlas haylas!.

El ya casi octogenario fundador del Grupo Rabanal Smith-¡qué lejos quedaba la braña de San Julián en el espacio y en el tiempo!-también había aprendido y aprehendido la utilidad de las nuevas tecnologías, casi todas desarrolladas en la Norteamérica de los sueños ,la Tierra Prometida de gachupines y de iberoamericanos pobres.!Y deseó hacer un favor a los infelices y de paso hacérselo a sí mismo y a los suyos!.

¡Los millonarios mexicanos tienen a Wall Street para darles carta de naturaleza yanqui!.!Las clases medias prefieren vivir humildes pero dignos en México!.!Y van a Toronto para conocer la nieve, que no les piden ni la quinta parte que los gringos por una simple visa de dos semanas!.

¡Sólo los pobres de solemnidad, los más humildes, se centran en el American dream, en el sueño americano como la visión beatífica del profeta que les permitirá morir felices tras esperar años y años!.!Jodidos pero contentos!, diría un gachupín.!Chingados pero alegres!, diría Walter.

-¡Verán la Tierra Prometida por diez pesos gringos!, prometió Genaro.

Sin ofender a los yanquis, respetando las distancias de seguridad, unos setecientos metros, se  habilitarían dos terrenos de cuatrocientas hectáreas cada uno en las proximidades de Tijuana y de Ciudad Juárez. Tanto San Diego como El Paso quedarían perfectamente representadas, aunque en miniatura, en esas cuatrocientas hectáreas .Y en medio de cada ciudad-miniatura se construiría un rascacielos en el que a cada  Estado U,S,A se le dedicaría una planta .En el gran cubo-base se alojarían no sólo los despachos de recepción, administración, los salones de eventos, sino también multitud de salas monotemáticas de toda índole, en las que el agraciado Long John podría actuar representando los más diversos papeles .Juan Luengo sería un Jefe de Porteros con galones  ya no de coronel como su padre Avelino, sino de teniente general, general de cuatro estrellas, Almirante de cinco galones, organizador de eventos, actor directo o escondido en algún oso, algún marciano, algún niño grande.!Y se desplazaría en limusina, incluso en  avioneta, de Tijuana a Ciudad Juárez, imponiendo su fuerza de Long John en ambas localidades al lado de la Gran Muralla!.

En la altísima terraza de cada torre, un mirador telescópico múltiple, con la ayuda interna, mexicana, y externa, U.S,.A, pues pagando todos somos amigos ,de los más modernos equipos cibernéticos, informáticos, radiofónicos y televisivos, permitiría a cualquier infeliz que hubiese ahorrado en pesos lo equivalente a diez dólares gozar,sin MIGRA de por medio, de la beatífica visión de la Tierra Prometida, las San Diego y El Paso del AMERICAN DREAM/EL SUEÑO AMERICANO.

(Continuará: IMPERIAL BEACH

 Anterior; U.S.A. EN MÉXICO.)


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