EINSIEDL

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martes, 30 de mayo de 2017

SHAKIRA


« Cherchez la femme! ». 

Shakira  es el quid de la cuestión en la pelea  a dos entre Sergio Ramos y  Gérard Piqué .Aunque el madridista recurra al apoyo de su compañero Cristiano Ronaldo para obtener una victoria apabullante de títulos y de millones sobre el culé. Y aunque los nacionalistas, bien centrífugas, bien centrípetas, quieran sacar conclusiones históricas, étnicas, culturales, lingüísticas, y hasta religiosas en un enfrentamiento para pobres diablos, todo auspiciado por partidos políticos, poderosos financieros y medios de comunicación, incluido el de titularidad de la Iglesia.

Cristiano Ronaldo hace famos@s a sus amig@s porque ningun@ tiene tanto dinero ni brilla tanto como él .Tanto brilla, brilla tanto, dicen, que sólo quiere meter goles en el campo de fútbol .Así que no viene al caso que su compañero lo inmiscuya en las batallitas con Piqué.

Según los expertos, el mulato de Madeira es muy superior, futbolísticamente hablando, al “ rubio” de Sevilla y éste, a su vez, gana por unos puntos al “flequillos” de Canaletas, pero aunque Pilar Rubio sea guapa, buena chica, muy molona, a efectos del  SHOW BUSINESS INTERNATIONAL es una perfecta desconocida, mientras que LA COLOMBIANA  de raíces libanesas y catalanas  es una de las artistas con más reconocimiento internacional, superando a grandes figuras anglosajonas, aunque ella  no se haya radicado en Miami, Los Ángeles o Nueva York.

Shakira y Gérard Piqué son, por ejemplo, competidores y a la vez amigos de Victoria y David Beckham, el matrimonio más rentable del mundo.!Y la pequeña pero superrentable Shakira puede conseguir en pocos años que su larguirucho” chevalier/cavalier servant” desplace al”metroman londinense” en todos los rankings!.


¡Ahí poco tiene que hacer el entusiasmo “ imperial” del sevillano!.

martes, 23 de mayo de 2017

GÉRARD PIQUÉ


Supuestamente, un determinado jugador del Real Madrid  hizo mofa, befa y escarnio del central barcelonista durante la celebración de la grandiosa efemérides blanca en la Plaza de Cibeles .Y, como represalia, Piqué probablemente abandone “ la roja”, lo que llenará de alegría a “ rojos” y a “ blancos”.

-¡Ya lo decíamos nosotros!.!Ahí se ve su poco patriotismo y su mucho separatismo criminal!, y la multitud azuzada por los medios de comunicación sentirá un orgasmo colectivo que les hará olvidarse de ir a tiempo a cobrar su percepción de renta mínima vital.

Por el lado contrario, ídem de lienzo: barcelonistas y asociados, buscarán excusas, justificaciones, manos negras y blancas, etc, etc, para no reconocer la realidad.

Triste PENÍNSULA DE LA BOTA ,con sus eternas contradicciones: LAS PEÑAS VIKINGAS MADRIDISTAS, en las que pocos son altos, rubios y de ojos azules, masacrarán a LAS RAZAS IMPURAS que encuentren por la calle(sudamericanos, norteafricanos, subsaharianos) para celebrar los goles de dos grandiosos jugadores, BENZEMA ,marroquí nacionalizado francés, y CRISTIANO RONALDO, mulato nacionalizado portugués, y ELS BOIXOS NOIS gritarán “urbi et orbi” la grandeza de LA SEVA NACIÓ, que dio a luz a excelentes JOGADORS como MESSI, un tano rosarino, o NEYMAR, un mulato inzoneiro(sea dicho en el sentido más alegre de la canción” MEU BRASIL BRASILEIRO”)  e inteligente  que trajo de su SÂO PAULO natal toda la fuerza de la gran amalgama étnica de la MEGÁPOLIS PAULISTA.

¡Haya paz!.


jueves, 18 de mayo de 2017

EL OBISPO CALIXTO ANTE EL ALTAR


“ !Obispo  Calixto, que tenías tu novia en la lejana Espaaaaaaña……..y ahora la tienes aquiiiiií……!”.

A Calixto Hernández Barrueco, uno de los obispos auxiliares de San Pedro Sula, encargado de zonas rurales de acción misionera sufragada por el Episcopado Castellanoleonés ,le venían de perlas aquellas ”mañanitas” en las que el alcohol convertía en “mariachis” tanto a los chafandrines católicos como a los evangélicos rebeldes, que de todo hay en la viña del Señor.

El obispo se levantaba de buena hora para cumplir al máximo con su importante labor, no tanto la encomendada por la curia cuanto la que él mismo se había impuesto: buscar un mundo de hombres justos, antes de llamar a la puerta de un Dios justo.

Y esa parodia del popular corrido mexicano-¡Jalisco, Jalisco, que tienes tu novia en Guadalajaaaara…!-con la que los futuros miembros de” las maras”  le ponían de pie casi a diario, servían para reafirmarle más y más en su misión, no siempre apreciada por sus superiores jerárquicos ,el obispo titular de San Pedro y el arzobispo de Tegucigalpa.

A Calixto le daba pena que en el Nuevo Mundo se repitiesen los comportamientos religioso-sociales de las Tierras de Conquistadores: se era patriota y católico a ultranza por las buenas o por las malas, hasta que el ron mesoamericano obnubilaba ojos y mentes.

Se era evangélico para llevar la contraria a Los Conquistadores y para agradar a los gringos, por si caía alguna ayudita o la posibilidad de emigrar a las ricas tierras del Tío Sam. Pero una noche de “ chupe” desmentía todos los dogmas  y todos los programas articulados para desmontar las mentiras católicas y para poner en liza el valor del calvinismo y del puritanismo que llevaba en sus enunciados la Constitución Yanqui.

La supuesta novia que Calixto se había traído para con él y que “ los mariachis” citaban una y otra vez, lo  que causaba en principio una amplia sonrisa del prelado, era también un motivo de gran preocupación, y no precisamente por razones de índole sexual.

Ricardita Sánchez Weimar ,beguina misional, era  básicamente “ la choferesa” del obispado: Calixto le había encomendado el control absoluto de la camioneta que servía para llevar al propio obispo, para trasladar enseres y para facilitar los viajes de los párrocos de alta montaña.

Antes de la llegada de Ricardita, Calixto y sus ayudantes gastaban muchos dólares, que podrían ser empleados en tantas obras necesarias, alquilando camionetas que sustituyesen a la propia, requisada por algún cura  indolente.

A poco de llegar la beguina y comprobar Calixto sus cualidades de conductora, la llamó al despacho, le entregó las llaves de la camioneta y le dijo:!Ricardita, a partir de ahora, sólo tú y nadie más que tú conducirá la camioneta!.!Te ordeno que todas las noches la vengas a guardar en el patio del recinto episcopal!.

Los superiores de Ricardita dentro de la Fraternidad de Oblatos y Beguinas de los Operarios Misioneros Diocesanos le habían lavado la mente para que obedeciese sin rechistar a la curia, incluso en situaciones esperpénticas, comprometiéndose, eso sí, a informar de inmediato a los superiores, todos seglares, de La Fraternidad.

Así que Ricardita obedeció, aunque no le parecía muy “ pastoral” su nuevo empleo de choferesa, por más que le resultase cómodo. Pero Calixto ya estaba hasta la mitra de que cualquier presbítero, consagrado o no por él, incumpliese la palabra dada.

¡Ya mismo le retorno la camionetita, Monseñor!, prometían todos aquellos clérigos que tras alguna reunión en el Palacio Episcopal , carentes de vehículos propios y de dinero para alquilar taxis  de retorno a sus lejanas parroquias, solicitaban que se les cediese aquel vehículo del que se consideraban copropietarios.

El “ya mismo” se convirtió en una ocasión en una quincena, porque el cura conductor del momento, que hacía de taxista para otros tres curas, se olvidó de la promesa, y hubo de acercarse uno de los canónigos, en el coche de un benefactor, a rescatar la camioneta. Con Ricardita se acabaron todos estos inconvenientes.

Pero para Calixto, Ricardita, aparte su buena disposición como choferesa, significaba  el paradigma de los males que él trataba de atajar en la iglesia y en el mundo: solucionar los problemas difíciles con un problema irresoluble.

Calixto asociaba en ese paradigma simbolizado por Ricardita a muchas personas, empezando por los mariachis católico-evangélicos y terminando por él mismo y sus contradicciones: cuando charlaba con Ricardita, en una mezcla de confesión y discusión a la que tanto predisponían los superiores seglares de la beguina, conforme la antigua matrona desgranaba sus muchas penas y sus pocas alegrías, su vida de él, de niño charro, de seminarista de Ciudad Rodrigo, de párroco de aldea, de oficial-pater del ejército de la Transición, años ochenta, de humilde misionero y de inesperado obispo, pasaba por su mente como una banda sonora que gritaba:!no fuiste fiel a ti mismo!.

¡Calixto sufría por los borrachitos, por Ricardita, por la humanidad entera……por él mismo!.

Obispo y beguina compartían origen charro: Calixto era de Las Batuecas y Ricardita había nacido en la propia Ciudad Rodrigo, aunque su familia terminó por establecerse en la Gran Pucela, en aras de una situación logística más favorable para los  muchos negocios emprendidos por su abuelo y por su padre.

Crescencio Sánchez, el padre de la beguina, fue enviado por el abuelo Nicanor a estudiar Ciencias Económicas en Alemania, para que la empresa familiar pudiese  tomar vínculos con el Mercado Común Europeo de reciente creación.!Y vaya si los tomó!.

Crescencio, universitario en Colonia/Köln ,enamoró a Ricarda Weimar ,de rimbombante apellido e hija de millonarios en el sector de la industria farmacéutica.

El ya economista  y la joven farmacéutica se casaron en La Catedral de la hermosa ciudad renana , para tras la luna de miel instalarse en la Gran Pucela.

La combinación de los negocios agropecuarios y agroalimentarios de la familia de Crescencio con los químico-farmacéuticos de Ricarda, que montó junto al Duero una modernísima industria  con las patentes de su familia de origen, convirtió a los Sánchez Weimar en  empresarios de gran categoría.

Ricardita tenía tres hermanos y tres hermanas, todos con carreras superiores. Ella se conformó con una Diplomatura en Enfermería y una especialización como Matrona .Y era feliz trabajando a las órdenes de su hermana menor, ginecóloga, o del hermano anterior a ella, cirujano obstétrico.

Ricardita era muy apasionada, y eso le trajo muchos problemas, porque se enamoraba siempre de quien no debía: casados, novios comprometidos, etc.

Y como las desgracias nunca vienen solas, ocurrió lo peor:! un cúmulo de desgracias!.

A Crescencio le diagnosticaron en La Paz metástasis a  partir de un cáncer de páncreas bien escondido hasta última hora :sólo restaba mantenerlo en la Unidad de Paliativos hasta que llegase la hora de partir a la tercera dimensión.

La familia acudió en varios coches a visitar al moribundo, y uno de los vehículos fue embestido por un camión :Ricarda la eximia farmacéutica y madre ejemplar, y el yerno que conducía, fallecieron en el acto. La hermana menor y una tía paterna sufrieron heridas de consideración.

Fue una quincena atroz:! tres funerales y múltiples visitas al hospital!.

De pronto, Ricardita era huérfana .Su hermana menor, huérfana y viuda.

La recién fundada Fraternidad de Oblatos y Beguinas fue el refugio apaciguador de aquella hoguera inextinguible de pasiones múltiples que se llamaba Ricarda Sánchez Weimar: alcohol, deporte, sexo, drogas, nada, nada servía.

Ricarda era buena católica, y sabía rezar a la perfección tanto en el idioma de Goethe como en el de Cervantes, pero las pasiones le podían, y de ello se valieron sus convertidores, que la enviaron a Centroamérica no a curar cuerpos, o a ayudar a traerlos al mundo, sino a predicarles La Buena Nueva y a mostrarles el Correcto Camino .De ahí que los superiores seglares acogiesen con reservas el mandato de Calixto:!tú ,Ricardita, a conducir la camioneta!.

Calixto buscaba lo justo, lo conveniente, lo que sirve, no las banalidades, las disculpas, los atajos, las restricciones mentales, y sucedió lo que tenía que suceder:!Calixto se cayó del caballo!
.
Según un famoso irreverente, los que se caen del caballo son malos jinetes, nada que presumir, pero  a San Pablo le sirvió para convertirse y pasar de ateo perseguidor de la Iglesia a gran arquitecto de la Iglesia  de ahora.

Al socaire de las mañanitas, ya ante el altar, Calixto, presto a  desgranar las primeras oraciones, tuvo un escalofrío y recordó aquel mandato paulino:!Si al hacer la ofrenda ante el altar recuerdas que ofendiste a un hermano, abandona la ofrenda y acude raudo a disculparte con el hermano ofendido!.!Ofrenda con ofensa no sirve!.

A Calixto le pasaron por la cabeza diferentes efemérides, la más notable la protagonizada por el seglar fundador de La Fraternidad, que también se cayó del caballo tras treinta y cinco años de meter y sacar por todos los orificios de su cuerpo lo habido y por haber, y que tras ver los fuegos del infierno y La Resurrección de Cristo de una manera personalizada, decidió cambiar el curso de la Iglesia.

Nunca falta un remiendo para un descosido ni un tonto con poderes que auxilie a un listo malvado: el cura Fabián, eterno niño grande, aportó las órdenes sagradas que Caminito no tenía. La curia dijo aquello de un sí es un no, porque quizá vaciarían templos pero llenarían salas parroquiales y aportarían óbolos durante los ágapes y las celebraciones de la palabra.

Calixto recordó con mal fario su época de párroco en la frontera lusitana y en las remotas aldeas serranas, él, que había sido un seminarista ejemplar con unas calificaciones maravillosas, y con una ordenación a los veinte y tres años que llenó de orgullo a su humilde familia,  mientras otros de sus compañeros eran enviados a la Pontifica Charra e incluso a Friburgo o Munich, pese a ser unos vagos durante la carrera. Pero era La Santa Cooptación, decían.

Harto de ir en mulo o en bicicleta, antes de tener un Scooter, aceptó una plaza eventual como Alférez Castrense en La Región Militar del Sur.! Dos años luciendo la estrella de seis puntas ya fue suficiente para él!.

A los pocos días de incorporarse, ya tuvo su primer  sinsabor:!le reprendieron por reprender, y no supo defenderse!.

El cabo primero Aragón, al que acababan de ascender a Sargento tras diez años de crueldad analfabeta con los soldados y de canina sumisión con los superiores, daba continuos cachetazos a un pobre recluta también analfabeto, incapaz de retener en la memoria el correcto orden de la escala de graduaciones.

-¡Soldado, soldado primero, cabo, cabo primero, sargento, brigada..!.!Zas!.!Zas!.

¡Empiese de nuevo y siga, sargento primero, brigada..!

-¡Sargento primero, brigada, alférez..!.!Zas!.!Zas!.

-¡”Empiese de nuevo y siga, brigada, subteniente, al…..!.!A zus órdene, mi alferes-páter!.

La aparición inesperada de Calixto puso fin al tormento del pobre recluta y al comienzo del correctivo al desagradable  futuro suboficial.

-¡Aragón no es malo, sólo muy exigente!.¿ verdad, mi primero?
.
¡Zí, mi alferes-páter!, tuvo que responder cuatro veces, con la cara roja como  el tomate, por la vergüenza antes que por los cachetazos dizque cariñosos que le solmenaba el cura charro, de manazas curtidas ,tras las reconvenciones que le hacía sujetándole por detrás, amigablemente, con su fuerza de gigante batueco .

-¡Alférez, pase a mi despacho, que he de darle una indicación!.

¡A sus órdenes, mi Comandante!, y el cura se cuadró ante el terrible Comandante Taravelo, un gigantón del Noroeste.

-¡Me gusta ser conciso!.!Aquí no hablamos de religión, sino de milicia!.!Por eso no le llamo Pater!.!No hay curas, ni médicos, ni artilleros, ni ingenieros!.!Hay galones, estrellas y  distintivos de oficial general, y punto pelota!.

¿Perdón?, el aún en posición de firmes oficial hizo una pregunta quizá poco reglamentaria.

-¡Bien, siéntese!.

Taravelo hablaba en apoyo del Capitán Rodríguez, que le había llevado la queja por la humillación al cabo primero de mano ligera, y le manifestó que los mandos inferiores hacen todo lo habido y por haber para que sus superiores puedan asistir a cursos de Estado Mayor, etc. Así que nada de desautorizarles en público, y menos por dar un guantazo a un recluta lerdo.

Fue la primera de las muchas veces en las que Calixto se iba a sentir traidor a la buena causa sacerdotal, incluso militar si bien se pensase.

Cansado, al terminar su época de Páter ,pidió a la diócesis que le enviasen como Operario Misionero a Centroamérica, para olvidarse de sus tiempos de sacerdote y soldado ibérico, por más que en” las mañanitas” tratasen de atribuirle esa doble condición, tan amenazadora para los amerindios.

Ya llevaba doce años en el vicariato rural más remoto de la diócesis de San Pedro Sula, cuando le aconteció algo inesperado:! Fue elegido para obispo auxiliar de San Pedro!.!Increíble: Calixto, obispo!.

A punto estuvo de decir no, pero aquella vez, por fin, hizo algo con chulería, sin humildad:¿y por qué no?.!Así que aceptó!.

Inteligente que era, comprendió que con sesenta y dos años no daba el perfil de la mayoría de nuevos obispos, porque a él en una decena de años le harían emérito y pronto supo que La Santa Cooptación había enfrentado al Cardenal, La Nunciatura ,y otros poderes, y como mal menor, como entente cordiale, lo habían elegido a él, para luego darle el finiquito, mandarle a la jubilación en el Campo Charro y nombrar a una figura de consenso, joven y prometedora.

Aguantó cinco años, y ya con sesenta y siete se cayó del caballo, y pidió el irse discretamente a algún lugar, sin visibilidad alguna ni como eclesiástico, ni mucho menos como militar.

Dicen que las artes florentinas de la Iglesia  resuelven todos los problemas, así que a Calixto se le jubiló como civil, se le redujo al “estado diaconal”, aunque mantendría el  sacerdocio” in eterno” para las circunstancias muy especiales ,y colaboraría en las celebraciones de la palabra, e incluso concelebraría alguna vez, como diácono, nunca como celebrante principal.

Pero nada ni nadie le impidió hacer un viaje de ajustes de cuentas consigo mismo y con su pasado, en la zona de viviendas militares de la Gran Capital.

Como un Donato moderno, seguro de que su herejía salva más que la más perfecta ortodoxia , de que quien peca no puede perdonar ni absolver, ni curar, hizo una visita estilo misionero fundamentalista yanqui a varias viviendas militares.

-¡General del Valle, mi antiguo teniente coronel!.¿Recuerda cuando paseó de la oreja al brigada de turutas Corrochano, que por edad podría ser su padre!.!Que Dios le perdone a usted, por malvado, y a mí por cobarde!.

¡Coronel Rueda, mi antiguo capitán!.¿Nunca tuvo remordimientos de cuando abofeteó a Luis Sada?.El pobre hombre, que le sacaba a usted veinte centímetros y treinta kilos, se echó a llorar.!Los hombres no lloran por una hostia, sólo los maricas!, le gritó usted.!Mi capitán, no lloro por la hostia, lloro porque soy un padre de cuatro hijos y me siento humillado!.!Pues te aguantas, le gritó usted desde su borrachera continua!.El infeliz, ya en su treintena, hijo de exilados en Francia, aceptó hacer la mili para poder instalarse en la tierra de sus padres.!Que Dios nos perdone a usted, Rueda, y a mí!.

-¡General Blázquez, mi antiguo coronel!.¿Recuerda usted su negativa a que cuatro o cinco compañeros viajasen con el cortejo fúnebre del cabo Ernesto Soto hasta La Montaña, aduciendo estado de sitio o similar?.El pobre muchacho había muerto de manera súbita, quizá mal atendido por el Aspirino a las órdenes de Vuecencia, entonces Usía, y los sollozos, las lágrimas del pobre padre, un sencillo campesino  rezando ante el cadáver de su hijo-¡ay, tu pobre madre!, gritaba el infeliz-a mí me partieron el corazón pero el coronel Blázquez las escuchó impertérrito el ademán.!Que Dios le perdone a usted, o lo que sea, y a mí!.!Que Ernesto Soto desde los cielos nos perdone a los dos, a usted por cruel y a mí por cobarde!.

¡Me voy tranquilo, porque oigo a Dios pidiéndome perdón por haber creado la serpiente ponzoñosa inmediatamente después de haber criado a  Adán y a Eva!.

¡Calixto regresó  feliz a Tierra Charra, para esperar allí  la alegre entrada en la tercera dimensión!.