LÍNEA era un nombre recurrente: servía tanto para denominar
al CONDUCTOR, como al VEHÍCULO y al
SERVICIO.
Si LULO era la parte humana,
EL PULLO era el SEMOVIENTE, EL VEHÍCULO, y EL SERVICIO era el recorrido
semanal que hacía EL CONJUNTO con banastas repletas de mercancías hasta lugares
apartados de COMERCIOS y CHIGRES.
Una bonita historia de supervivencia: porque LULO que se
había casado muy joven, enfermó también joven-en sus primeros cuarenta ya era
un asmático incapaz de recorrer más de doscientos metros sin detenerse a
respirar-y su SEGURO A LA ANTIGUA fueron sus tres hijos mayores, que a la vez
que se ganaban fuera de casa el jornal, atendían el pequeño predio familiar.
LULO estaba muy preparado de la escuela, y por su
perfecta caligrafía lo llamaron en CASA VIDAL para que gestionase los datos de LAS CARTILLAS DE
RACIONAMIENTO. Y de ahí ya pasó a ser DEPENDIENTE y CAMARERO, a ayudar tanto en
EL CHIGRE y LA BODEGA como en EL ALMACÉN GENERAL AL DETALL , el verdadero
supermercado de la zona.
EL PULLO era una joya: UN ASNO ENTERO de casi treinta años,
UN MATUSALÉN EQUINO con una fuerza brutal en todos los extremos: SEXUAL, de
ARRASTRE y de CARGA.
SEXUAL: siempre estaba DISPONIBLE y ,de suyo manso, se
mostraba agresivo si LA PULLA OBJETO DE DESEO se oponía a sus intenciones.
Eran otros tiempos, si fuese ahora quizá habría sangre
humana y equina por medio, y los gitanos se limitaron a gritar ,a implorar.
¡Eh, SEÑOR MANUEL, que
su BURRO va a matar a nuestra BORRIQUILLA!
Los gitanos-repito que eran otros tiempos-estaban inmóviles,
petrificados-mientras que LULO, con la ayuda de
su hijo mediano, consiguió ENTRECHAR al PULLO que pasebaba KAMPETSINA
ARRIBA, KAMPETSINA ABAJO a su pobre y
sangrante víctima, arrastrándola con sus poderosos molares por el pescuezo.
LULO le dio en la cabeza un buen número de puñetazos al pollino,
quizá como desagravio ante la tribu allí acampada, y gracias a que TXETXU, el hijo mediano, sujetó
fuertemente con una cuerda al RUCIO que
se lanzó a RINCHAR, a querer atacar de nuevo a LA BORRIQUILLA, mostrando sin el
menor pudor su gigantesco apéndice.
ARRASTRE: para ACUARTAR,
mejor sería decir ATERCIAR, a la YUNTA tanto arando como arrastrando el
carro.
CARGA: llevando como
CONDUCTOR a su dueño, y soportando cualquier carga, medio carro decían
algunos, y por supuesto LAS DOS BANASTAS GIGANTES de LA LÍNEA.
-¡Ya suena LA LÍNEA, ya viene papá,! decían sus hijos
pequeños cuando jugaban delante de la casa, esperando a que les llamasen para
la cena. Y es que EL PULLO, infaliblemente, cuando se acercaba a LA FONTE’L
GATSO , cual TREN o AUTOBÚS, lanzaba sus señales de aproximación.
LULO subía cómodamente
cabalgando sobre el VIEJO ASNO la empinada cuesta desde EL CANTARILLÓN
hasta SANTOLÍN DE REBIECO, como si de un poderoso cuatro por cuatro se tratase.
¿Y qué decir del regreso de LA LÍNEA SEMANAL?
LA PREOCUPACIÓN FAMILIAR por el PATER FAMILIAS dejaba de
serlo cuando ya próxima la medianoche, EL PULLO avisaba desde LOS CALEOS, a
kilómetro y medio de su destino, que toda marchaba de acuerdo con lo previsto.
Salvo en las cuestas abajo, en la mayor parte del camino
LULO iba de jinete, acomodado entre LAS
BANASTAS repletas de comestibles, bebidas, incluso de algún periódico, revista,
medicamentos, según las peticiones y encargos de la semana anterior. Y a todo ello se unía ALGUNA OFERTA ESPECIAL: CHOCOLATE, TURRÓN,
BACALAO,etc, etc.
Y ese viaje semanal, ESA LÍNEA, generalmente los lunes,
podía repetirse en jueves o sábado si
había mucha demanda y también cuando LAS SARDINEIRAS de LA LUARQUESA, en
motocarros manejadas por MARIDOS, HIJOS o NOVIOS, cedían buena parte del
pescado para que LA LÍNEA lo llevase a aquellos para mí ignotos lugares: LAS
BATSINAS, MOLINDARIAS, TENDINA,
ORDERIAS, BUSTOBURNIEGO, FULGUEIRÚA, a los que ahora por pista forestal se
acerca uno en un cuarto de hora con el
tractor
.
La vida llevó a LULO y FAMILIA a la CIUDAD GRANDE. Y mitigaron la pena de abandonar al
PULLO regalándose a unos PRIMOS que
ejercían de CASEIROS de UNOS INDIANOS DE LA PLAYONA, que en las afueras de la
gran ciudad costera tenían una quinta
gigantesca, UNA VERDADERA PATSERA.
Tres años después, en mi triste caminar, hube de
examinarme en LA UNIVERSIDAD TÉCNICA
para que mis estudios monásticos se convirtiesen en civiles.
Y mientras contemplaba los muchos vehículos de matrícula
alemana que recorrían la AVENIDA WILHEM SCHULTZ, la más larga de LA PLAYONA,
encendiéndose en mi mente la luz de un futuro EINSIEDELN, me devolvió al
MOTSEIROSO inicial la narración de uno de los camareros de LA SIDRERÍA donde
tomábamos algo los examinandos frailuno-laicos.
El camarero era de
CAMPO REBOTSO, de la ruta de LA LÍNEA, y al reconocerme exclamó:
¡Já,já. Olé sus cojones con EL PULLO DE LA LÍNEA,já, já.! Se
escapó del PALACIO DE LA MARRUCA y recorrió toda la AVENIDA SCHULTZ RINCHANDO y
con LA VERGA EN SU ESPELENDOR!.
Los POLICÍAS LOCALES que lo ARRESTARON , se morían de risa, cuando EL CABO ANTÓN DE BUSTAVIL les contó la historia de LA
LÍNEA.
¡Creo que aún vive, recluido en LA MARRUCA, concluyó. Aunque
ya no se escapa.!
HONOR a LA LÍNEA, a
LULO, al PULLO, y al CONJUNTO HOMBRE+SEMOVIENTE+SERVICIO PRESTADO EN LÍNEA, que
prestaron mejores servicios a la
comunidad que la mayoría de los chafandrines políticos charlatanes,
No hay comentarios:
Publicar un comentario