viernes, 2 de octubre de 2015

LULO Y LA LÍNEA


LÍNEA era un nombre recurrente: servía tanto para denominar al CONDUCTOR,  como al VEHÍCULO y al SERVICIO.

Si LULO era la parte humana,  EL PULLO era el SEMOVIENTE, EL VEHÍCULO, y EL SERVICIO era el recorrido semanal que hacía EL CONJUNTO con banastas repletas de mercancías hasta lugares apartados de COMERCIOS y CHIGRES.

Una bonita historia de supervivencia: porque LULO que se había casado muy joven, enfermó también joven-en sus primeros cuarenta ya era un asmático incapaz de recorrer más de doscientos metros sin detenerse a respirar-y su SEGURO A LA ANTIGUA fueron sus tres hijos mayores, que a la vez que se ganaban fuera de casa el jornal, atendían el pequeño predio familiar.

LULO estaba muy preparado de la escuela, y  por su  perfecta caligrafía lo llamaron en CASA VIDAL para  que gestionase los datos de LAS CARTILLAS DE RACIONAMIENTO. Y de ahí ya pasó a ser DEPENDIENTE y CAMARERO, a ayudar tanto en EL CHIGRE y LA BODEGA como en EL ALMACÉN GENERAL AL DETALL , el verdadero supermercado de la zona.

EL PULLO era una joya: UN ASNO ENTERO de casi treinta años, UN MATUSALÉN EQUINO con una fuerza brutal en todos los extremos: SEXUAL, de ARRASTRE y de CARGA.

SEXUAL: siempre estaba DISPONIBLE y ,de suyo manso, se mostraba agresivo si LA PULLA OBJETO DE DESEO se oponía a sus intenciones.

Eran otros tiempos, si fuese ahora quizá habría sangre humana y equina por medio, y los gitanos se limitaron a gritar ,a implorar.

¡Eh, SEÑOR MANUEL, que   su BURRO va a matar a nuestra BORRIQUILLA!

Los gitanos-repito que eran otros tiempos-estaban inmóviles, petrificados-mientras que LULO, con la ayuda de  su hijo mediano, consiguió ENTRECHAR al PULLO que pasebaba KAMPETSINA ARRIBA, KAMPETSINA ABAJO a su pobre  y sangrante víctima, arrastrándola con sus poderosos molares por el pescuezo.

LULO le dio en la cabeza un buen número de puñetazos al pollino, quizá como desagravio ante la tribu allí acampada, y  gracias a que TXETXU, el hijo mediano, sujetó fuertemente con una cuerda al RUCIO  que se lanzó a RINCHAR, a querer atacar de nuevo a LA BORRIQUILLA, mostrando sin el menor pudor su  gigantesco apéndice.

ARRASTRE: para ACUARTAR,  mejor sería decir ATERCIAR, a la YUNTA tanto arando como arrastrando el carro.

CARGA: llevando como  CONDUCTOR a su dueño, y soportando cualquier carga, medio carro decían algunos, y por supuesto LAS DOS BANASTAS GIGANTES de LA LÍNEA.

-¡Ya suena LA LÍNEA, ya viene papá,! decían sus hijos pequeños cuando jugaban delante de la casa, esperando a que les llamasen para la cena. Y es que EL PULLO, infaliblemente, cuando se acercaba a LA FONTE’L GATSO , cual TREN o AUTOBÚS, lanzaba sus señales de aproximación.

LULO subía cómodamente  cabalgando sobre el VIEJO ASNO la empinada cuesta desde EL CANTARILLÓN hasta SANTOLÍN DE REBIECO, como si de un poderoso cuatro por cuatro se tratase.

¿Y qué decir del regreso de LA LÍNEA SEMANAL?

LA PREOCUPACIÓN FAMILIAR por el PATER FAMILIAS dejaba de serlo cuando ya próxima la medianoche, EL PULLO avisaba desde LOS CALEOS, a kilómetro y medio de su destino, que toda marchaba   de acuerdo con lo previsto.

Salvo en las cuestas abajo, en la mayor parte del camino LULO  iba de jinete, acomodado entre LAS BANASTAS repletas de comestibles, bebidas, incluso de algún periódico, revista, medicamentos, según las peticiones y encargos de la semana anterior. Y  a todo ello se unía  ALGUNA OFERTA ESPECIAL: CHOCOLATE, TURRÓN, BACALAO,etc, etc.

Y ese viaje semanal, ESA LÍNEA, generalmente los lunes, podía repetirse en  jueves o sábado si había mucha demanda y también cuando LAS SARDINEIRAS de LA LUARQUESA, en motocarros manejadas por MARIDOS, HIJOS o NOVIOS, cedían buena parte del pescado para que LA LÍNEA lo llevase a aquellos para mí ignotos lugares: LAS BATSINAS,  MOLINDARIAS, TENDINA, ORDERIAS, BUSTOBURNIEGO, FULGUEIRÚA, a los que ahora por pista forestal se acerca uno en un cuarto de hora con el  tractor
.
La vida llevó a LULO y FAMILIA a la CIUDAD  GRANDE. Y mitigaron la pena de abandonar al PULLO regalándose  a unos PRIMOS que ejercían de CASEIROS de UNOS INDIANOS DE LA PLAYONA, que en las afueras de la gran ciudad costera tenían una quinta  gigantesca, UNA VERDADERA PATSERA.

Tres años después, en mi triste caminar, hube de examinarme  en LA UNIVERSIDAD TÉCNICA para que mis estudios monásticos se convirtiesen en  civiles.

Y mientras contemplaba los muchos vehículos de matrícula alemana que recorrían la AVENIDA WILHEM SCHULTZ, la más larga de LA PLAYONA, encendiéndose en mi mente la luz de un futuro EINSIEDELN, me devolvió al MOTSEIROSO inicial la narración de uno de los camareros de LA SIDRERÍA donde tomábamos algo los examinandos frailuno-laicos.

El camarero era de  CAMPO REBOTSO, de la ruta de LA LÍNEA, y al  reconocerme exclamó:
¡Já,já. Olé sus cojones con EL PULLO DE LA LÍNEA,já, já.! Se escapó del PALACIO DE LA MARRUCA y recorrió toda la AVENIDA SCHULTZ RINCHANDO y con LA VERGA EN  SU ESPELENDOR!.

Los POLICÍAS LOCALES  que lo ARRESTARON ,  se morían de risa, cuando EL CABO  ANTÓN DE BUSTAVIL les contó la historia de LA LÍNEA.
¡Creo que aún vive, recluido en LA MARRUCA, concluyó. Aunque ya no se escapa.!
HONOR  a LA LÍNEA, a LULO, al PULLO, y al CONJUNTO HOMBRE+SEMOVIENTE+SERVICIO PRESTADO EN LÍNEA, que prestaron mejores servicios  a la comunidad que la mayoría de los chafandrines políticos  charlatanes,



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