Mi tía ADOSINDA, que ahora vive en UN GERIÁTRICO MADRILEÑO,
era para sus padres , hermano y cuñada, es decir, para mis abuelos y mis
padres, como el grano en el culo que siempre impide que te sientes y te sientas a gusto.
Hasta que DIOS, por medio de VALENTÍN SOBERA, antiguo
pretendiente suyo, nos echó un capote para que pudiésemos lidiar con eficacia a
la DIZQUE VAQUILLA de MERIDIONAL BRAVÍO
en TIERRAS DEL CANTÁBRICO.
-¡VALENTÍN era un avaricioso!.!No quería mis encantos, que
obviamente no poseo, sino que mi padre, tu abuelo, le comprase LA GRAN CAFETERÍA LOS FRIXUELOS, en pleno
PASEO DE LA CASTELLANA!.Yo, un seminarista de diecisiete años, era el
complemento masculino ideal, casto y puro para ella y para mí por muchas
razones ,y nuestras conversaciones fueron tan secretas que sólo ahora, sesenta
años después, EL DIABLO me pide desvelar.
VALENTÍN , en connivencia con su hermano FAUSTINO, el REY DE
LOS FRIXUELOS ,había montado como un negocio muy rentable la operación:!la dote
de su novia iba a financiar EL TRASPASO
de LA FRIXUELERÍA!.Pero se pasó de listo:
Mi abuelo de suyo avaricioso, sopesó si merecería la pena
pagar un alto precio por EL HONOR de su hija, y la propia implicada desniveló
la balanza:
-¡Padre, no tema por mi honor, que si no aparece un hombre
honrado pronto ,me meteré a monja!.
No apareció hombre alguno, ni bueno ni malo, que la quisiese
.Tampoco se metió a monja.!La tuvimos que aguantar en casa hasta que cumplió
cincuenta años.
-¡VALENTÍN se casó con una pelleja!.afirmaba ADOSINDA, dando
a entender que SU SUCESORA era a la vez
que fea una pelandusca.
Pero VALENTÍN no perdió el tiempo:!una solterona, nieta,
hija, hermana y tía de SERENOS en LA CORTE Y FORO, clienta habitual de LOS
FRIXUELOS, concitaba los intereses tanto de su familia como de FAUSTINO!.
¡Caso resuelto!.!VALENTÍN tuvo su cafetería!.FAUSTINO compró
varias LICENCIAS DE TAXIS, algo de actualidad entonces, y ahora, de aquellos
polvos mal echados vienen estos lodos abortivos ,y se mudó a un chalet en
BOADILLA del MONTE, como los personajes de más dinero que alcurnia.
VALENTÍN hizo buenas amistades y, quizá arrepentido de los efectos colaterales
de su gran avaricia, quiso hacerse perdonar intercediendo para que a mi tía, SU EX diríamos ahora, se le concediese
LA CENTRALITA COMARCAL DE TELÉFONOS.
ADOSINDA arrendó una casa, propiedad de la cuñada de
VALENTÍN, al final el león siempre cae sobre la gacela ,en POSADA DE ARRIBA
,capital del municipio.
Nuestra aldea, EL ESPÍN, está a siete kilómetros de POSADA,
pero en aquellos tiempos era posible
acercarse a LA CAPITAL en una hora, a través de senderos por el monte,
que acortaban considerablemente la distancia.!El sino de los tiempos!.!Ahora
,aunque no tengas un vehículo, has de ir por la carretera!.
Mi tía instaló LA CENTRALITA en la planta baja .En el piso
superior, había dos viviendas :una para la encargada, y otra para DORA de
COLINDRES.
DORA tenía un taller de costura y bordado, con algunas
aprendizas, y le pagaba a su casera, es decir, a mi tía, en especie ,haciéndose
cargo de LA CENTRALITA cuando la jefa se ausentase.
¡Vaya cara que tiene DORA obligando a SALOMÉ, la hija de
LUISÓN de PRESNES, a suplirte cuando vienes a vernos ¡.Mi tía nos visitaba al
menos dos veces por semana, para llevar y traer chismes, y para proveerse de
alimentos de la aldea, gratis, que metía
en un cesto de mimbre y yo le solía llevar hasta aproximarnos a POSADA .Muchas
veces, me ahorraba la tarea alguna comadre deseosa de intercambiar cotilleo con
mi tía.
-¡EL QUE MANDA PAGA!, fue la lacónica respuesta de mi tía.
Parece ser que LUISÓN le había pedido a DORA que hiciese de
su hija UNA MUJER, una buena mujer en todos los órdenes. Que aprendiese no sólo
a coser y bordar, sino a cocinar, a ser más culta y disciplinada, bien vestida
sin pecar de indecente, a hablar con fluidez …..!LA TELEFÓNICA, como decían los
paisanos, era el sitio ideal para que una mozuela tímida se desinhibiese!.
¡Así que LUISÓN tenía que pagar por lo mandado!.!En
dinero!.!Y en especie, permitiendo que muchos fines de semana su hija quedase
de telefonista, para hacerle el favor a DORA!.
Una de las comadres que más acompañaba a mi tía de regreso a
SU DOMINIO era RUFINA, de CASA DE LOS RUFOS, una familia de vida trágica. No me
cabe duda de que a mi tía le daba morbo poder conversar sobre hombres y
mujeres, en lo recóndito del bosque por el que transcurría el sendero, con una
mujer entrada en años, que le desvelaría secretos de alcoba, o de alcobas, y
otros chismes, sin sentirse ofendida como vieja virgen o como dama de buena
familia.
(Seguirá: EL PODER DE LAS MUJERES ).
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