EINSIEDL

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viernes, 2 de febrero de 2018

EL HIJO DE SUPUSSY



¡Buenos días, señor!.¿Me permite una pregunta?.

¡Buenos días!.!Sí, cómo no, rapaz!.Manolo Llaneras se quedó mirando a aquel joven desconocido.

-¿Es aquella la casona del  Señor Supussy?
.
¡Sí…y no!.

-¿Cómo?

¡Sí es la casona que tú buscas!.!Pero no se te ocurra decir la palabra Supussy nunca más en tu vida!.!Te la juegas, y mucho!.Manuel sabía de lo que hablaba :el hijo de Supussy era un enemigo muy peligroso.

-¡Es que Diosdado, el dueño del Bar Bolívar, así le llamó!:

-“¿Cómo puedo localizar a mi compatriota Atahualpa Inchamaolimy?, preguntó el joven ecuatoriano.

¿El que trabaja para el hijo de Supussy?.!Bueno….el esclavo y negrero a la vez!.!Dile al conductor del autobús que te deje en la parada siguiente a la de La Iglesia Grande!.!La casa mayor que veas, ésa es!.

Diosdado tenía cuentas pendientes con los Tahorras, el padre, Irineo, y el hijo ,Secundino

Irineo, rico y buen mozo, aunque un tanto petulante, tenía fama de seductor, y sus corifeos, deudores y estómagos agradecidos, exageraban su fama.!Tiene todas las mujeres que se propone, solteras, casadas y viudas!, y él se lamía los labios al oír tales alabanzas.

Irineo había sido medio novio de Adelina, la esposa de Diosdado, que no podía dejar de sentirse celoso casi medio siglo después:

¡Mi amor, te juro por nuestros hijos que Irineo sólo me tomó de la mano una vez para ayudarme a subir las escaleras de casa!.!Ni siquiera me besó!.!Tú sabes que yo estaba entera la noche de bodas!.!No sé qué más te puedo decir!, y a la infeliz se le llenaban los ojos de lágrimas.

-¡Perdóname, cielo!.!Tienes razón!.!Pero es que es tan hijo de puta…..!.”

Tras casarse, Diosdado y Adelina decidieron probar suerte en Venezuela .Trabajaron duramente y regresaron a la Península con lo justo para montar el Bar Bolívar en Barrio Grande.!Las tierras heredadas de su padre no les permitían vivir como campesinos, así que se las arrendaron a los Llaneras por un precio simbólico!. Los Tahorras, que querían comprar todas las parcelas, se lo tomaron a mal.

Irineo  también decidió probar fortuna en Caracas, para ahorrar todo lo posible y más, antes de que  a su padre Primitivo el Avaro los años le despojasen del afán y de la avaricia:

-“¡El abuelo, un ladrón!.!Fíjate que eran los más ricos de la comarca y un día al amanecer lo sorprendió mi padre segando en nuestra campa!.¿Robarnos a nosotros, que éramos pobres de solemnidad?

-¡El hijo, Irineo, tal para cual!.¿Sabes cómo hicieron una gran fortuna en Venezuela?.!Mejor, quién la hizo!.!La mujer, con el dengue, con el dengue!
.
Irineo y su mujer ,Ninfa, montaron en el centro de  Caracas el Hostal La Galerna. Los murmuradores sostenían que millonarios y gente de postín pagaban como si fuese en la suite presidencial del Ritz una noche en La Galerna, a condición de que la complaciente Ninfa acudiese a arroparlos y darles un besito de buenas noches.!El coño no se gasta, para mí tengo de sobra cuando lo necesito, y encima la rentabilidad es grande, nos permite ahorrar mucho!, dicen que dijo Irineo.

-¡¿Secundino?.!Otro que tal!.!No me extraña que Diosdado le bautizase como EL HIJO DE SUPUSSY!.!Dicen  que los chuletas caraqueños llaman PUSSY al coño, já, já!.!El PUSSY de Ninfa dio más litros de leche que las cincuenta vacas frisonas que atiende Atahualpa en  veinte años, já, já!.”

Quien así hablaba era Marcial Ferrero, pequeño empresario del transporte, hombre hecho a sí mismo, pero incapaz de hacer frente a la prepotencia y a las conexiones políticas, jurídicas y financieras del  hijo de Supussy.

Y es que Irineo terminó casándose con Ninfa Barriocanal, apodada La Modelito, que de joven había estudiado corte y confección en Barcelona .Tenía buena dote, aunque algunos criticaban su modernismo. Pero a Irineo le interesaba más la bolsa que el virgo, y encima la  moza era guapa y espabilada, tal cual narramos al hablar sobre La Galerna y sus noches de ensueño.

Regresaron a La Casona, forrados y dispuestos a triunfar sí o sí .Colocaron al hermano menor, el que cuidaba a los ancianos padres Primitivo y María, como peón caminero de la Diputación, para que les dejase libre toda la hacienda ,y empezaron una serie de reformas que les llevó a ganar varios premios  en los concursos agropecuarios y a granjearse las amistades de peces gordos, ávidos de picar en buen cebo .Aparte, invirtieron en viviendas, negocios de todo tipo………..y, por encima de todo, promocionaron a su vástago unigénito de tal forma que lo convirtieron en un verdadero hijo de Supussy.

¡El padre se llama Irineo!.!El hijo se llama Secundino!.!Y se apellidan Trashorras!.!Nunca lo olvides!.Manuel Llaneras, ya jubilado, se entretenía arreglando los desagües del camino que daban a su maizal, y que el tractor de los Trashorras, conducido por algún obediente ecuatoriano ,desbarataba una y otra vez .Pero por nada del mundo quería problemas con los de La Casona, en especial con el hijo de Supussy .De ahí que advirtiese al joven William, que así dijo llamarse el ecuatoriano, de cómo debía comportarse.

El pacífico Manuel , al igual que su heredero, Julián, sufrían en silencio los desplantes del hijo de Supussy, que controlaba la situación de La Casona, pues Irineo y Ninfa ,ya retirados, iban y venían entre la ciudad y la aldea en función de monarcas eméritos.

, Pero el más joven de Los Llaneras ,Andrés,  harto de tanta humillación, decidió sacrificarse por su familia y se hizo legionario .A base de hostias, chuscos y correctivos ,tras casi media vida en el Norte de África, a sus treinta y nueve años, había ingresado a los veinte tras mucha reflexión ,acababa de ascender a teniente .Él ahora ya tenía también amigos poderosos, aunque quizá no tanto como los del hijo de Supussy.

Manuel se sentía en una posición agridulce: su hijo se sacrificaba por culpa de Los Tahorras, pero, a cambio, los caciques empezaban a respetarles un poquito más.

¡Andrés era un novio de la muerte……y con la muerte no se juega!.

Secundino llegó de Caracas con veinte años y el pomposo título de Ingeniero Agrimensor. Su padre, dádivas por medio, se encargó de que se lo convalidasen por el de Topógrafo Agrimensor y Perito Agrícola .Y  que fuese admitido a las milicias universitarias ,acabando como Alférez .Tras las prácticas en Cerro Muriano, y de manera fácil, obtuvo un empleo ad hoc en la Jefatura Provincial del Catastro, y ahí empezó su despegue.

Secundino, buen mozo, medía casi dos metros, fantoche y bribón como su padre, astuto y seductor como  buen  hijo del Pussy de Ninfa que era ,volvía locas a la mayoría de las solteras, pero se fijó en Pilar, la hija de Sandalio de la Cueva, delegado de la Caja de Ahorros Regional en Barrio Grande, más que amigo socio y cómplice de su padre, Irineo, en multitud de asuntos poco claros….pero muy rentables.

Pilar no era guapa, pero sí que tenía modales, y era resultona, pues sus ciento ochenta centímetros de estaturas disimulaban casi por completo el que estuviese fondona:!noventa kilos!.

Diplomada en Secretariado Internacional, la hija de Sandalio era  Jefa del Gabinete de Don Eliecer Corbacho, Vicepresidente-Director General de la Caja de Ahorros y factótum de la misma, porque el Presidente, Don Manuel Suárez, no era sino el representante del  Partido que gobernaba  La Autonomía.

Pilar estaba, decían los difamadores, en la línea de Ninfa, su futura suegra, sólo que se bastaba teniendo como adorador  en exclusiva de Su Pussy al mismísimo Don Eliecer.

Secundino empezó a montar negocios relacionados con la Administración:

A Marcial Ferrero le birló un contrato para  el transporte de las valijas de Correos  y de la Caja de Ahorros .De ahí venía la inquina del humilde empresario:

-¡Claro, como Don Eliecer, y no sé si algún otro señorón, anda con el pussy de la mujer del hijo de Supussy, pues el perjudicado soy yo!, se lamentaba Marcial.

Secundino  buscó testaferros con tarjeta de transporte y burló las expectativas de Marcial.

Con su mediero Atahualpa como burro blanco, esclavo y negrero como decía Diosdado, constituyó una Sociedad  Cooperativa Limitada para que le atendiesen la hacienda, y se desempeñasen como Empresa de Transportes y Trabajos Agrarios, Brigada Forestal ,Cerramientos, Construcción y Mantenimiento de Pistas Forestales, etc .Los trabajadores, todos  del Cono Sur-¡ del Coño Sur ,porque es el más jodido!, decía  Diosdado-trabajaban, espoleados por el esclavo-jefe con contratos leoninos .Sólo con la producción de las cincuenta vacas ya alcanzaría para pagar las exiguas nóminas ,porque los descuentos eran enormes :por la comida, por el alojamiento, intereses por adelantos y fianzas .Las mujeres y los niños también trabajaban si era necesario, casi siempre gratis, para que el Gran Jefe no se enfadase.

Con su primo  Simón, el hijo de su tío el peón caminero, gran estudiante, que con becas había llegado a Doctor Ingeniero de Obras Públicas y era técnico superior del Estado, más inteligente pero menos listo que el hijo de Supussy ,montó una empresa ad hoc para llevar el mantenimiento y reparación de las carreteras provinciales.!Ningún partido político le decía que no!.

Fue aquí cuando decidió pedir una excedencia en la Jefatura del Catastro, pues sus actitudes chulescas frente a los Ingenieros Agrónomos y de Montes le podían traer algún problema en el Tribunal Supremo .Y es que las viejas glorias de la Ingeniería, con corporativismo de titulados superiores, no iban a consentir que les vacilase un simple Perito, por muy hijo de Supussy que fuese, por mucho apoyo que tuviese de la nueva política.!Más de un recurso llegó a Madrid, lo que alarmó a los amañadores profesionales!.

Para la inauguración del Pabellón Deportivo de la aldea, llevó a una pléyade de ingenieros, abogados, médicos , políticos y deportistas  de renombre, que le rendían pleitesía como gran conseguidor que era:

-¡Lo que vale nuestro Cundín!, decía Don Eliecer, feliz entre su esposa y una risueña Pilar.

-¡Si hubiese venido dos años antes, sería uno de los mejores ala-pivot del baloncesto nacional  y europeo!, era el lamento elogioso de Emeterio Amorís, el pelirrojo ex pívot de varios equipos de postín.

¡Y es que el Pabellón se inauguraba con un concurso de mates!.!Secundino había jugado en primera línea en su colegio, en la Universidad, y en el Caracas Puma Basket, donde era famoso por sus encestes a distancia!.

Digamos que el Pabellón había sido construido  sobre un terreno común utilizado  durante generaciones por la familia de Marcial Ferrero.!Expropiación gratuita para utilidad pública!.!Cinco chavales lo usaban a diario, quince los fines de semana, y cincuenta en fechas extraordinarias!.!Utilidad para la U.T.E constructora formada por las empresas de Secundino!.

-¡Va Cundín el primero?, preguntó el Doctor Alonso, Director del Hospital Universitario, y amigo íntimo del hijo de Irineo……y de  su mujer, también según Marcial.

¡No va mal!, respondía el portavoz de los árbitros, un tanto asustad
o.
En realidad iba el quinto sobre  doce participantes .Había previstas copas para los tres primeros y  diplomas para los tres siguientes
.
-¡Cundín es nuestro héroe!.!Merece no una sino dos copas!.!Por jugador y por prohombre!.

Benito Barriada, el alcalde, pese a su supuesto izquierdismo sevillano, no pudo evitar la palabra prohombre, aprendida en sus años de la OJE.

Acabó la competición, y el tribunal, debidamente asesorado, anunció que necesitaban una deliberación para valorar las clasificaciones, por lo que se retrasaba la entrega de los premios.

Mientras el tribunal deliberaba, se organizó un baile para los más jóvenes, diversiones para los niños y se sirvieron canapés, y abundante bebida a los adultos.

EL alcalde,  Secundino, y los invitados de postín, formaban un círculo de charlatanes felices, en torno a los cuales los curiosos trataban de meter la nariz .Pero  los Policías Locales y los Guardias Civiles que había allí, invitados o de servicio, formaban disimuladamente una cadena de protección.

Quizá nadie se dio cuenta de que la concejala de Cultura y Deportes, Cesáreo el joyero, y Ramón el de la papelería  se habían ido en el coche oficial del Ayuntamiento. O nadie quería darse cuenta.!Excepto el flamante teniente legionario Andrés Llaneras!.

¡Oye ,Benito, digo Señor Alcalde!.¿Das ya los premios o te los vas a sacar de la manga como cuando hacías juegos de manos en la escuela?

-¡Ahora pronto, Andrés!.!Y compórtate como verdadero Oficial del Ejército español!
.
Las últimas palabras del alcalde tranquilizaron al de por sí inquieto y suelto de mano Brigada Martín, nervioso por la actitud de Andrés, casi borracho y un tanto agresivo.!Ver a Secundino le enervaba!.

-¡Y ahora los premios, señores!.!Tribunal y autoridades, por unanimidad, hemos decidido dar cinco copas a los primeros, y medallas conmemorativas y diplomas de participación a todos!.!!Y es que todos han ganado, hemos ganado, gracias a este hermoso Pabellón que Secundino nos animó  a construir!.

¡El quinto clasificado, Secundino Trashorras, recibió una copa como la del ganador!.!Los aplausos rompieron la celebración!.

Y todo fue roto por el inesperado discurso de Andrés:

-¡Amigos míos, yo soy un teniente de Legión, y el honor es nuestra divisa!.

¡Por favor, hijo, tranquilízate!.Un asustado Manuel, con la ayuda de Julián, trataba de llevarse a su hijo.

-¡No te preocupes, Manolo!.!Normal que Andrés celebre su  gran ascenso!.Las palabras del hijo de Supussy eran irónicas y de desprecio.

-¡Oye, Cundo!.! El que falte a mi honor, a mi padre o a mi madre, a mi hermano o a mi cuñada, o a mis sobrinos, y no te digo a mi ahijada, se las verá conmigo!.!Porque el honor es patrimonio del alma, y el alma sólo es de Dios!.

¡Totalmente de acuerdo, mi teniente!, dijo el Brigada Martin.! Pero ahora es mejor que se vaya a casa, y se tome algo que le alivie.!Yo les acompaño!, y seguido de un número de la Benemérita, ayudó a padre e hijo a llevar al iracundo borracho hasta la puerta de casa.

Pero nadie pudo impedir las últimas palabras de Andrés, antes de que se lo llevasen:

-¡Si mato a alguien para defender mi honor, los pocos años que me impongan los cumpliré en un módulo militar, donde seré tenido por héroe!.

¡Vale, Andrés, vale!.!Nadie os va a hacer daño!.!Vete a dormir y déjanos seguir la celebración!, dijo Benito, el alcalde, implorando con la mirada a Secundino que hiciese algo para que la paz no fuese rota por aquel loco de la Legión.

A partir de entonces, Secundino procuró poner en práctica todas sus fechorías fuera de su vecindad 
.No tanto por un improbable arrepentimiento cuanto para evitar desgracias irreparables

Y es que Andrés ,antes de ser sacado del Pabellón, dijo en voz alta ante un mudo auditorio:

-¡De la cárcel se sale a pie……pero de la tumba no!..
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