Don Julián, el prócer de la zona, acababa de morir.
¡Lástima que ninguno de vosotros podáis ayudarme!, se
quejaba José Luis, el apenado hijo del difunto.
Delante de sí tenía a los hombres viejos de la aldea .Los
más jóvenes trabajaban en las industrias y negocios de La Villa .No regresaban
al Pueblo hasta la hora de comer.
¡Necesitaba avisar a mis primos de Monte Oscuro para el
funeral!.!No quiero que se molesten y que digan que no les llamo porque son
pobres!.!Pero es que mi hermano Ramón Manuel fue a La Villa para gestionar los temas del
Registro Civil y La Funeraria!.!Y lo peor de todo :ir a comunicar a nuestra
hermana María Eugenia que su padre/nuestro padre está muerto!.y el pobre José
Luis estalló en sollozos.
¡Perdonadme!.!Pero ya sabéis que nuestro padre protegía a
María Eugenia de manera especial!.!Con siete hijos menores de edad y un marido
peón caminero que no hace más que dormir la mona en las cunetas…!.!Pobrecita de
mi hermana!.La situación se prestaba a las confidencias.
¡Claro!.! A uno de vuestro hijos podría dejarle mi
Land-Rover!.
-¿Pero qué es lo que querías?, preguntó Rufino el de La
Mula.
¡Avisar a los de Monte Oscuro lo antes posible!
-¡Yo puedo!, respondió Rufino.
¡Já, já, já!.Todos los hombres se rieron a la vez ante el
descabellado ofrecimiento.
¡Te lo agradezco de verdad, Rufino, pero tardarías seis
horas para ir y otras tantas para volver!.!Ahora todos los senderos y atajos
están intransitables y por carretera hay cuarenta y dos kilómetros!.!A ver si
mi hermano vuelve pronto con María Eugenia!
-¡De verdad que puedo!, insistió Rufino.
¡Rufino, pero si tú ni siquiera eres un Pascasio como
nosotros!.!Con tu Alondra tendrías que pasar la noche allí, já,já!.!Perdóname,
José Luis, ya sé que no es momento para bromas, pero yo a Rufino no lo
imaginaba tan guasón, já, já, já!.Celestino el Chiripas ,sacaba punta a todo.
Pascasio podía referirse a un inepto, un fatuo, un pobre infeliz; y era a la vez una
aproximación al nombre de una conocida marca de motocultores.
¡Los jóvenes manejaban coches, tractores, motos y
camionetas!.!Los viejos se servían de sus Pascasios para transportar la hierba,
el estiércol, y hasta para ir con la parienta a cobrar el subsidio a La
Villa!.!Rufino y La Mula no necesitaban de nadie ni para viajar ni para
trabajar la hacienda cuando faltaba Enrique, el hijo mayor!
.
-¡Con el Land-Rover seguro que voy en hora y medía!.
-¡Já, já, já, Rufino!.!Pero si tú ni siquiera sabes manejar
una carretilla!.Celestino creía haber encontrado veta para acomodar sus chanzas
urbi et orbe.
-¡Aquí lo tenéis!.!Mi permiso de conducir, con todos los
sellos!.! Me cago en todo lo que se mueve!.........!Perdóname ,José Luis,
pero no me quedó otra que explotar!.Los
ojos de los presentes por poco se salen de las órbitas cuando Rufino les mostró
su carnet, que le habilitaba hasta para autobuses y para camiones de gran
tonelaje.
¡Rufino, tú siempre fuiste una persona seria!.!Pero esto es
tan extraño…….!, matizó José Luis, hecho un mar de dudas.
-¡Bueno!.!Resumo rápido mientras me vas explicando lo
principal del “carro”, digo del coche, já, já!.A la mente, y a las palabras,
del inesperado conductor, acudían las reminiscencias de los años mozos en el
Caribe.
-¡El volante, el freno, el acelerador y el embrague seguro que
los controlo!.!Las marchas me llevarán un par de minutos!.!Bueno, las luces no
las necesito!.!Quizá la puesta en marcha!, y Rufino, a la vez que tomaba nota
de lo que José Luis le explicaba, iba
resumiendo las razones de por qué a
partir de entonces él sería el decano de los conductores de la aldea:
-¡Increíble ,él, Rufino el de La Mula!.!El de La Alondra!.
Prudente y discreto como era, trató de explicar
brevemente sus vivencias. Prometiéndoles
que luego del funeral ampliaría los datos de la historia.!Y ocultándoles que,
salvo en casos de urgencia como el que se vivía. él y La Alondra formarían un
tándem invencible!.
Rufino y María regresaron al Pueblo justo al acabar la
guerra .Traían tres vástagos .Otros cinco nacieron en El Pueblo. En total,
cinco varones y tres hembras.
Durante quince años, el dueño de La Alondra se empleó como
chófer de guagua, autobús urbano por las calles de La Habana.
A consecuencia de un violento tifón, hubo un multitudinario
atasco y tres guaguas chocaron entre sí
y con otros vehículos:!hubo dos víctimas mortales y muchos heridos entre los
viajeros de las guaguas!.La guagua de Rufino sólo tuvo unos pocos heridos
leves, pero la Dictadura de entonces no dudó en cortar cabezas:! tres días de
calabozo por barba y dos años sin poder conducir!.
¡Rufino decidió venirse a los pocos meses y se olvidó de
todo!.!Hasta de que sabía conducir!.!Se acostumbró a los caballos y las
mulas!.!Ahí estaba La Alondra!.
María y Rufino habían pasado las últimas Navidades en La
Capital con su hija Engracia, el yerno y los nietos .El bar de la Calle
Ferroviarios ,propiedad de Engracia y su marido, tenía como cliente a Helenio,
un funcionario de la Embajada de Cuba. Rufino y el simpático hijo de Siboney hicieron buenas
migas, y, quita de aquí, pon de allá……! el bueno del antiguo conductor de
guaguas volvió a ser rehabilitado!.
Helenio, que se las sabía todas, hasta le consiguió que le
convalidasen el permiso de allí por el de aquí en pocas semanas.!Había tres
meses que Rufino cabalgaba La Alondra llevando en el bolso un permiso de
conducir múltiple!.!Pero no pensaba usarlo nunca: sólo el ayudar a José Luís le
obligó a romper su permanente secreto!.
¡Ahora lo entiendo todo: de casta le viene al galgo!,
pontificó Chiripas ,cambiando el sentido de su discurso de manera descarada.!Si
en aquella casa conducen todos, menos María!.!Yo creo que hasta los nietos más
pequeños saben manejar!.!Miradlo como arrea!.!Quién lo diría!, y Celestino
señaló con el índice al Land-Rover que a toda marcha se perdía en la polvorienta
ruta.!Con Rufino al volante!.
-¡Que jodedor el tal Helenio!.!Para favorecer a nuestro
amigo no dudó en engañar a Los Dictadores ,já, já!,Chiripas seguía filosófico.
-¿Qué quieres decir?.El hijo del difunto parecía cambiar
pena y agradecimiento por preocupación.
-¡Já, já, já!.!Castro, para joder al Dictador de derechas
que castigó a Rufino, le devolvió el carnet!.!Y Franco, para joder a
Castro, le dio todas las facilidades a un conductor de la época de Batista, já,já!
¡Ratón blanco, ratón negro, lo importante es que cace
ratones!, dijo el Vistor del Pueblo, emulando al naciente líder de su partido.
¡Sorpresivamente, todos estuvieron de acuerdo!.
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