EINSIEDL

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martes, 22 de noviembre de 2016

SOCIEDADES VENATORIAS


En los lejanos tiempos de mi niñez por las pobres tierras del KONCETSÓN, recuerdo cómo en cualquier camino, cualquier FINCA PRIVADA ,entre los tojos y los brezales, en bosques de abedules, hayas, castaños y robles, aparecían unas pancartas de color blanco, con un somero enunciado en letras capitales de color negro: SOCIEDAD VENATORIA DE TINEO.

La mayor parte de aquellos letreros estaban CAPADOS, carentes de la segunda parte ,no mucho más concisa :VEDADO DE CAZA.

Pasaron muchos años hasta que yo pudiese comprender el significado exacto de todo aquello :COTO(PRIVADO) DE CAZA.

Para los chavales de entonces, VENATORIA Y VEDADO, tenía que ver con VENA/VENÉREO/VENADO(LOCO, TUETSO,ATSOURAO) antes que con VENADO(CORZO, REBECO, GAMO, CIERVO)  o con VEDADO(VETADO, PROHIBIDO,ACOTADO).

Para mi ignorancia leída del THE READER’S DIGEST/SELECCIONES el VENADO era sólo de LOS LLANOS de LA GRAN COLOMBIA, y en el KONCETSÓN teníamos más bien CORZOS, pero parece ser que hay de todo en todas partes.

Lo cierto es que al socaire de aquellos letreros, de nuestras lecturas y de nuestras experiencias, hablo en plural porque en el camino hacia la escuela primaria de la capital de distrito escolar, tropezábamos l@s niñ@s de mi pobre aldea, tan pobre que ni MAESTRO TSACIANIEGO tenía, con cazadores que seguían las rutas previstas por la SOCIEDAD SIN ÁNIMO DE LUCRO?  de la cual eran entusiastas miembros.

El más extraño en principio, pero más agradable conforme se le conocía, era un hombre alto-en aquella época medir 1m75 era como hoy 1m95-de tupida barba ,escopeta al hombro, zurrón en bandolera y una gruesa vara de dos metros para ayudarse a caminar entre la nieve y AZURRACAR a las liebres, pues estaba nevado el día de su primera aparición ,y los escolares retrocedimos hasta las proximidades de mi casa como si hubiésemos visto a LA GÜESTIA/SANTA COMPAÑA, siendo calmados por mi padre, que conocía al HOMBRE DE LAS NIEVES.

-¡Dichosos los ojos que te ven, TRAM!.!Contigo viene la nieve, la riqueza, como se suele decir!.

¡Gracias, amigo mío!.!También me alegro de verte!.?¿Pero no habrá un cafetín por ahí para calmar un tanto el frío?, aprovechó el hombre la cordialidad amistosa de mi padre.

-¡Ven conmigo a que el ama nos prepare unos carajillos!.!Y vosotros seguid tranquilos para la escuela, que las fieras ya las amansó todas el TRAM, já,já!
.
¡Sí, rapaces, y  nunca más os asustéis de mí, que mi barba no come a nadie!.!Recordad que EL SEÑOR JESÚS también era barbudo!, y aquello me sonó lejanamente a prédica clerical.

Mi padre nos explicó que TRAM de BARNIEDO era el mejor cazador de la provincia-quizá exagerase un tanto-porque  tenía una gran experiencia: había pastoreado vacas y ovejas en LAS AMÉRICAS quien sabe si también en AUSTRALIA, a las que había protegido de las fieras a tiros, así que aquellos personajillos que andaban por la comarca metiendo miedo espingarda en ristre no eran sino unos pobres neófitos frente a un dios mayor.

Eso creía mi padre, pero no yo: para mí eran un peligro público, y siguen siéndolo, aunque habría que matizarlo, para que no se enfaden los aludidos que sean excepción, y a veces puede que la regla sea minoritaria.

Tendría yo doce años, era un domingo por la tarde, y mi tranquilidad de pastor de las vacas y el caballo y de lector del THE READER’S DIGEST/SELECCIONES fue turbada por unos cuantos cazadores que no dudaron en pisotear la pación para llegar raudos a donde los perros ladraban amontonados en torno a unos matorrales, cuando podrían haber hecho la mitad del trayecto por la carretera y la otra mitad por un camino despejado, en total cuarenta metros más que atajando por nuestro prado, sin mirarme a mí, creo que les saludé y ni me contestaron ,espantando a las vacas y al caballo con sus gritos, carcajadas e improperios, como CONQUISTADORES entrando en CUZCO.

Si a mi gran timidez sumábamos el que, me sonaba algo la supuesta ley, EL EJERCICIO DE LA CAZA y SU PRODUCTO eran competencia exclusiva del AYUNTAMIENTO, que la regulaba y empleaba LA GRAN RECAUDACIÓN en arreglar las escuelas, las fuentes y los caminos de la aldea, a discreción, porque en mi TSUGARÍN no había hecho nada, antes que en dedicar EL PARCO ESPOLIO DE LOS POCOS PAGANOS, decían LOS MAL PENSADOS, a dar COMILONAS a LOS SEÑORONES INVITADOS A LAS CACERÍAS, era lógico que yo aceptase aquella humillación como una más de las muchas leyes que LOS AMADOS LÍDERES habían promulgado para protegernos de los enemigos externos ,bien que lo sucedido me hiciese pensar que lo peligroso era el fuego amigo.

No voy a referirme más allá de este parágrafo a comentar que todos los años mueren decenas de cazadores, o de caminantes despistados en zonas de cacería, casi siempre por disparos a lo loco, pocas veces  por criminalidad o mala suerte ,más bien todas por imprudencia e incompetencia

Oí a lo largo de mi  vida muchas narraciones sobre las obras y milagros de los monteros, pero nunca conseguí entrar en SU HERMOSO MUNDO!:EL TRAM fue sólo una estrella fugaz en un cielo oscuro!

La primera rebelión contra el GRAN ENGAÑO DE LAS SOCIEDADES VENATORIAS lo protagonizó un grupo de emuladores del TRAM, a los que UN GUARDIÁN DE COTO denunció por ir caminando entre la nieve apoyados en bastones, considerando que irían no de paseo sino a AZURRACAR las liebres para prepararse un buen arroz con conejo de monte. Y aunque ya había comenzado LA SEDICENTE PSEUDO TRANSICIÓN ,los infelices hubieron de pagar una buena multa, porque LOS MANDAMASES NEODEMÓCRATAS no lo eran tanto.

Pero el cabreo de aquellos jóvenes, que ya peinan canas, algunos tienen parentesco conmigo, dio resultado:!consiguieron junto al RÍO YERVO/YERBO un COTO DEPORTIVO DE CAZA para uso y disfrute de los vecinos de aquellas aldeas!.

Tanto el guardia denunciador como los caciques municipales tuvieron que comerse su inquina con menos conejo de monte que el habitual.

Ignoro si aún existe tal COTO, pero fue para mí algo épico en medio de tanta hipocresía y falsedad.

Y ya cuando me vine a LA TIERRA DE LOS CONQUISTADORES, donde la mayoría de las dehesas tienen su propio COTO, comprobé con horror-¡y triste recuerdo de la tierra natal!-que aquello de que nos hablaba PEPE PROBLEMAS, nuestro teniente de EL FERRAL ,sobre la guerra como única vía para llegar a la paz, era, es algo que debería de asustarnos más de lo que nos asusta.

¡Porque si hay MUCHAS PACES, también hay MUCHAS GUERRAS, y una es LA CAZA!.

-¡Si vis pacem, para bellum!,se lee, se leia, según PEPE PROBLEMAS, en LA ACADEMIA GENERAL MILITAR DE ZARAGOZA.

¡Muchos cazadores buscan la paz yendo a la guerra!(¡CONTINUARÁ!).


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