EINSIEDL

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martes, 25 de abril de 2017

LAS BRAGUITAS"CAGNESSIMI"


¡Me parece que voy  a  dejar que Don Santiago me dé un buen revolcón…..con permiso de “ mi cari”, por supuesto!.

¡No me fastidies!.

¡Sí, a cambio de que me regale media docena de conjuntos”intimi!:!braguitas”Cagnessimi” y sujetadores”Stronzessimi!.

Aunque Nuria, la camarera de la cafetería del hotel a donde suelo ir a tomar café ,es de suyo exagerada en todo, no la imagino poniéndole los cuernos a Luismi, “su cari”, como ella dice ,con Santiago Gamoneda, un vendedor de corsetería fina, ya sexagenario, próximo a la jubilación, al que conozco  desde hace más de tres lustros.

Yo tengo una humilde tienda de zapatos junto al hotel, pero el resto de mis hermanos gestionan en común  un negocio familiar de calzados ,retales y ropas, corsetería fina incluida,  y muchas veces el Sr.Gamoneda me pide que haga de emisario y les transmita ofertas, gangas, etc .Así que hay confianza hasta para irnos de copas, y sé cómo al viejo vendedor le puede más la abundancia de erotismo visual que su fuerza viril

¡Tanto sus compañeros de juergas como las chicas de la casa alegre próxima al hotel, dicen que suele dormirse no en el acto, sino antes del acto, já,já!.
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Siempre lo verás con un cubata en la mano alrededor de las chicas de las excursiones, sin discriminación alguna por razón de edad o estado civil, tratando de invitarlas a compartir un trago con él  en la cafetería del hotel e incluso ofreciéndose a llevarlas en coche a algún local de moda.!Si alguna vez consigue algo, se muere de éxito!.

Era un largo puente en dos comunidades, una del Norte y otra del Sur, pero no en la nuestra ni en la de Santiago, así que aquel viernes por la noche había overbooking en el hotel, y abundancia de elemento femenino: profesoras, enfermeras ,administrativas…..funcionarias en suma.

Santiago se sentía en su salsa y hasta consiguió que un par de cuarentonas bellas de las orillas del Guadalquivir aceptasen su invitación  y se sentasen con él en el salón de lectura ,durante poco más de una hora, hasta que las guapas andalusíes decidieron que debían retirarse a sus aposentos.

-¡Yo si fuese lo que esas clientas, le sacaría  al menos un par de braguitas al Viejo Corsetero, já, já!.Nuria seguía erre que erre con su tema.

-¡Esas mujeres, y todas las alojadas este fin de semana, son unas clasistas de tomo y lomo!, matizó Verónica, la camarera del restaurante, que se había acercado a pedir unas infusiones para unas clientas caprichosas, descontentas con lo que se podía preparar en el buffet.

-¡Bueno, mañana me contáis, que ya me voy!.!Es tarde!, y me despedí lleno de curiosidad por las explicaciones de Verónica, pospuestas al primer café del día siguiente, y es que los autónomos también trabajamos los fines de semana.

¡Hasta mañana, amigo!, se despidieron  de mí al unísono ambas camareras, con afectuosidad y confianza.

-¡No te fastidia!.!Las tías guarras dicen que comemos gracias a ellas, que podrían irse a cualquier otro hotel!.!Así que o las tratamos bien o nos ponen un comentario negativo en las redes y nuestro jefe nos despedirá merecidamente!.

Lo de “ comer gracias a ellas” me sonaba, porque más de un presidente autonómico justificó adelantar la paga de Julio al dos de Enero para esquivar la Ley Montoro de recortes y favorecer al pequeño comercio, ya que los funcionarios suelen ser generosos al disponer de doble paga en esas fechas entrañables.

¡Y el colmo del señoritismo!.!Las grandes zorras-Nuria se desternillaba de la risa ante el lenguaje procaz de Verónica-no hacen más que hablar de las braguitas de 600 euros que se compraron en un viaje a Los Alpes y La Padania!.

¿La Padania?, preguntó Nuria con asombro.

-¡Sí, en Milán!.!Allí he ido yo a veces a visitar los grandes centros de la moda!.!Y fabrican mucha braguita porque hay muchos chibungos, quiero decir de la otra acera, já,já!,se incorporó Santiago a la charla con su consabido desparpajo.

-¡já, já, já, já!, muy bueno lo suyo, Don Santiago, aduló Nuria y noté en sus ojitos  una cierta intencionalidad al socaire de lo que me había confesado.

-¡Joder, no me extraña que compren braguitas de 600 euros y dejen los pluses a los tanos!. Marisa, la camarera de pisos y representante sindical también se unió al grupo.

-¿Qué quieres decir con eso?, le pregunté.

-¡Muy sencillo!.!Los sueldos!.

¡Las cuatro del 509-511 son auxiliares de enfermería y están enfadadas porque la prima de una de ellas, que está en Bilbao, cobra 300 euros más al mes, es decir, 600 euros más en Navidad y  en Julio!.!Y las horas nocturnas y extras se las pagan a 30 euros más!.

-¡A mi prima el mes pasado, que estuvo en un centro de salud y haciendo noches y fines de semana, le pagaron 3875 eurosssss…!, y Marisa imitó “el lenguaje pijo” de la auxiliar de clínica galaico-andalusí ansiosa de nacionalizarse vasca, funcionarialmente hablando.

-¡No me extraña que compren sus braguitas, Don Santiago!, dijo Nuria con fingida tristeza.

-¡Já,já, já!.!Tienes razón, pero nada es imposible en esta mundo!, y el Viejo Corsetero puso ojitos de dulce intencionalidad.

¡Que les den!, gritó Verónica desesperada.

¡No te preocupes, que ya les darán, já, já!, quise yo, a fuer de grosero, aportar algo de ánimo a aquellas mozas.

-¡Yo lo tengo claro!.!Hablaré con Riansares, la secretaria  de nuestra sectorial, buena colega, a ver si me echa un cable!, confesó Marisa.

¿Qué clase de cable?.!Espero que no te salgas de la ley!, casi suplicó Verónica, la cual, muy en su papel de auténtica hija del pueblo, llevaba ”su libertad y democracia”  al campo de los improperios, los chistes verdes y las blasfemias ,algo muy de agradecer por los poderes fácticos, porque así se evitaban reclamaciones de “otro tipo de democracia”.

¡Nada ilegal!.!Todo lo contrario!.!Voy a preparar las oposiciones a la Seguridad Social!.!Aunque sea para celadora, que ganan 250 euros menos que las auxiliares, pero el examen es mucho más fácil!.!Y las guarras  que tú dices se quejan de cobrar sólo 1.700 euros al mes, más doble mensualidad en Diciembre y Julio!!Casi el triple que nosotras!, remató Marisa.

-¡La de braguitas”Cagnessimi” y sujetadores”Stronzessimi” que podrás comprarte…!.Nuria,con voz tenue y ojitos lánguidos, expresó la sana envidia por el futuro prometedor de su compañera.

¡Nuria, tú sabes que quien quiere, puede, y tú puedes y quieres, así que…..!, y Santiago Gamoneda volvió a mostrar sus dotes de seducción…….para vender corsetería y para intentar llevarse al catre a alguna despistada.

¡Don Santiago, que los años y los cubatas no perdonan a la hora de meter el coche en el garaje o pasar por el túnel de Guadarrama, já,já!, quiso Verónica frenar la presunción del Viejo Corsetero.

¡Já,já, arranca mi coche y ya verás,já,já!.

Aquella conversación en apariencia tan cómica y superficial, dio para que yo reflexionase con exactitud sobre los cánceres lentos que minan la salud del Toro Ibérico.



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