Según algunos
expertos , LAS ROBLAS se refieren sólo a LAS CONVIDADAS entre TRATANTES,GANADEROS Y
CURIOSOS, por no decir GORRONES, para SELLAR, RUBRICAR, UNA COMPRAVENTA, pero por inercia acabó por aplicarse a las más
abundantes RONDAS, en las que por turno, y para demostrar AFECTO,INTEGRACIÓN,
cada cual paga una vez la bebida de todos.
QUININA, como era habitual entre LOS FORASTEROS BIEN
SITUADOS, solía ser generoso y pagar varias ROBLAS, a veces sin ni siquiera él
tomar nada o pidiendo un vaso de agua
del grifo o un poco de vino con agua carbónica.
Cuando nos hacíamos remisos, temerosos de abusar de su
CAMPECHANÍA, nos animaba diciendo: “
¡venga, que es la mitad del RABO del PERRO.!”
Se refería al dinero
que recibía por sacar de paseo EL CAN de DON CARLOS DEL VALLE, MINISTRO
DEL GOBIERNO, que pasaba sus vacaciones en LA BAHÍA.
A cambio de LA ROBLA, aceptábamos tácitamente SUS
NARRACIONES VITALES, que a mí me interesaban más que ALGUNOS EXORDIOS POLÍTICOS
en HONOR A DON CARLOS, que incomodaban mucho a LOS FUTUROS DEMÓCRATAS ALLÍ
PRESENTES ,mudos por agradecimiento a
LAS BEBIDAS GRATIS, y rabiosos porque QUININA contrapusiese LAS VIRTUDES DE DON CARLOS a LA CRIMINALIDAD DE LOS BARBUDOS, entonces
SANTOS VENERADOS DE LA NUEVA PROGRESÍA.
Poco a poco, CONTENTO pero NUNCA BORRACHO, nos fue contando SU NUEVAS VIDAS ,LA SUYA,LA DE DOLORES Y
SOLEDAD, y la de IRENE.
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