Aquella TARDE/NOCHE resultó tan intensa que QUININA pidió
ayuda, cuando le llegó la hora de regresar al CAMPO DE LA ESCRITA ,para que
ALGUNO le acompañase
.
EL REBELDE y EL ZAPATERO se brindaron a acompañarle. Y es
que por muchos años QUININA no
necesitó BASTÓN o LINTERNA para recorrer aquellos CARREIROS que
caracoleaban monte arriba monte abajo, fuese NOCHE, fuese DÍA. El instinto y la práctica lo eran todo,
porque a ver cómo se las arregla alguien MANCO y CORTO DE VISTA ,de NOCHE, para no despeñarse y para llevar LINTERNA y BASTÓN.
Pero LA INTENSIDAD
que puso , y que a mí me sonó a despedida, EL RON, LA EMOCIÓN, LOS
SOLLOZOS, le descolocaron por completo.
Intercalaba LAS TRISTEZAS DE IRENE con LA FELICIDAD SUYA CON
DOLORES Y SOLEDAD, quizá adrede para NO DESMORONARSE y poder acabar al fin la
HISTORIA DE SU BELLA PRIMA.
Tras LA JUBILACIÓN, cinco años antes, se había trasladado a
vivir a un piso nuevo, no muy lejos del PALACIO de LOS SOLVAY, DOLORES ya no
cosía, y SOLEDAD se había casado con UN MARAGATO MARAVILLOSO.
IRENE fue obligada a ABORTAR, sí o sí, por EL CRUEL DON
ENRIQUE: la llevaron AL BOTXO, a la
CLÍNICA GINECOLÓGICA de UN CÓMPLICE DEL EMPREÑADOR , prometiéndole ,era ABRIL
que EN JUNIO estaría bien para EXAMINARSE DE PREU.
Murió soñando con SU TÍTULO DE DOCTORA. Y QUININA, al
narrarlo, estalló en TERRIBLES SOLLOZOS,
mezcla de RABIA, IMPOTENCIA, ODIO,ASCO a…..UNA SOCIEDAD INJUSTA.
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