Una vez desembarcados en EL BOTXO ,QUININA y sus tres
mujeres se trasladaron a LA BAHÍA DEL SARDINERO, hermosa ciudad cantábrica, muy
próspera, pese a la situación ENTREBÉLICA.POSTGUERRA PENINSULAR, PLENA GUERRA
MUNDIAL.
IRENE se fue a casa de sus padres, QUININA,DOLORES Y SOLEDAD
,momentáneamente, a un viejo piso de su familia.
Trajeron muchos bahules
en el barco, pero la mayoría eran ropas usadas de diferente valor que DOÑA
RITA dio a DOLORES, entiéndase que como
agradecimiento o como indemnización tácita en nombre de su marido. De todos
modos, y en una especie de multiplicación de los panes y de los peces, esos
HARAPOS DE SEÑORA RICA HABANERA, se convirtieron en rentable aprovisionamiento
de material y de modelaje para el taller de costura que DOLORES montó
enseguida.
IRENE se presentó a los dos días en la CLÍNICA DE DON EMILIO
ITURRIAGA DE LA MORA, primo de DOÑA RITA, con la carta de recomendación de DON
LUIS ,y a la semana siguiente ya ejercía como
ENFERMERA.
QUININA lo hubiese
tenido complicado si su RECOMENDACIÓN se limitase AL LORO ENJAULADO que le
había regalado DON LUIS cuando decidió
DESLOCALIZAR los negocios y llevarlos
a VERACRUZ y a MIAMI
.
Pero DIOS no se
olvida de los débiles, siempre existe algún VICEDIÓS bueno frente a los muchos BRIBONES.
Para QUININA, su DIOS BUENO se llamaba ANTIDIO NARCIANDI
CARRERAS, PRESIDENTE DEL CENTRO REGIONAL DE LOS PICOS DE EUROPA, que al saber
de su desgracia, decidió ayudarle con una CARTA DE RFECOMENDACIÓN para LOS SOLVAY.
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