Aunque RUFINÍN se pasó toda su vida dictando cátedra sobre
lo divino y lo humano, y en especial sobre el comportamiento de SINFORIANO con
su hermana ,lo cierto es que los RUIZ DE SIMANCAS arrollaron sin problema
alguno a LOS RUFOS.
SINFORIANO, a los pocos días de casado cayó en la cuenta de
que iba a pagar carísimo la quebrantada doncellez de RUFINA .Cual hijo pródigo
del EVANGELIO, solicitó que DON FULGENCIO saliese al quite.!Y así fue!.
A trancas y barrancas ,según RUFINÍN; de acuerdo a un plan
muy bien estudiado, como mostrarían los RUIZ DE SIMANCAS….. SINFORIANO esperó a
que naciese el niño.
Quizá como primera concesión al impulso de dominio de los
RUIZ DE SIMANCAS, al recién nacido se le bautizó como FULGENCIO.!FULGENCÍN es
mi vivo retrato!, explicaba, exultante, EL PATRIARCA y/o CACIQUE.
A LOS RUFOS ni se les
consultó.!Podrían haberle puesto RUFINO FULGENCIO, en honor a ambos abuelos!.se
quejaba siempre RUFINÍN.
Al pequeño FULGENCÍN lo bautizaron en la ermita de SAN
JULIÁN .Discretamente, como la boda de sus padres.
A los pocos meses, SINFORIANO tomó el camino de LAS AMÉRICAS
para siempre .Llevaba en el bolsillo parte del dinero de la herencia, y una
copia de la documentación registrada por su padre.
LA FINCA GRANDE DE JUNTO
AL ARROYO quedaba en usufructo para RUFINA hasta que FULGENCÍN fuese
mayor de edad y dictase provisiones.LOS RUIZ DE SIMANCAS entregarían poco a
poco, según necesidades, el resto de la herencia de SINFORIANO, para contribuir
a la manutención de FULGENCÍN.
Ni LOS RUFOS como familia, ni mucho menos RUFINA per se, se
atrevieron a enfrentarse a DON FULGENCIO Y LA COMPAÑA, que con la disculpa de
ver y ayudar al niño, poco a poco lo fueron engolosinando, lo integraron en la
familia con los primos, y menos mal que
le dejaban dormir en casa de la madre.
Pasaron los años ,la escuela primaria, y FULGENCÍN se metió
en la adolescencia. SINFORIANO, que nunca más había vuelto, ni para enterrar a
sus padres, reclamó a su hijo para
grumete de un barco que hacía cruceros de gran lujo por LAS ISLAS DEL
CARIBE.!SINFORIANO era EL PRIMER MAÎTRE!.
A sus treinta y cinco años, RUFINA, con el corazón roto,
volvió a ser el alma de aquel TRÍO DE PERDEDORES.
RUFINÓN pasó a reunirse con EUGENIA en LA TERCERA DIMENSIÓN
cuatro años después.
¡Un solterón y una solterona ,RUFINA y RUFINÍN, peleándose
durante décadas, inseparables, como el perro y el gato!.
Lógico que a RUFINÍN se le considerase un solterón misógino,
que veía en cada mujer una puta .Pero
era injusto lo que pasaba con RUFINA:!se la consideraba una madre
soltera sin más!.
¿No se había casado en la ermita de SAN JULIÁN con
SINFORIANO?.
Vinieron tiempos difíciles para los solterones de CASA RUFO
.Ni SINFORIANO ni FULGENCÍN daban señales de vida, y LOS RUIZ DE SIMANCAS se sintieron liberados de cualquier
obligación de ayuda.
¡Que trabajen LA FINCA DEL ARROYO, que es muy rentable!.!Eso
sí, que no tiren árboles sin mi permiso!.!Yo lo hablaría con SINFORIANO y
FULGENCÍN!.DON FULGENCIO fue ordeno y mando hasta que le metieron en el ataúd.
RUFINÍN era muy teórico, pero muy anárquico .No gustaba de
recibir órdenes .Así y todo, hacía algunos trabajos de albañilería y de
carpintería que le aportaban un tercio de la producción.
RUFINA ayudaba en la
matanza, tejiendo, cocinando, y se la pagaba mayormente en especie: un saco de
alubias, una panceta, embutidos, harina, etc.
Todo era un parco espolio que los sometía a muchas
privaciones .Broncas, enfados, amenazas, desafectos.
Ya metidos en el último cuarto de la vigésima centuria, les
escribió FULGENCÍN para decirles que SINFORIANO había muerto .Que él,
FULGENCÍN, vendría para enseñarles su familia y para poner las cosas en claro.
¡RUFINÍN y RUFINA se pusieron a temblar!.!SINFORIANO era
sólo un recuerdo, pero también la mecha de un peligroso cohete!.
FULGENCÍN se alojó en EL GRAN HOSTAL DE POSADA con VILMA,
una hermosa costarricense, y los dos niños, FULGENCITO y VILMITA, ya casi
adolescentes .Se acercaba a diario por EL ESPÍN ,a ver a su madre y a su tío
,con el coche viejo de LOS RUIZ DE SIMANCAS.
El tío MANUEL y demás familia de su padre tiraban más de
FULGENCÍN que su progenitora, que, de suyo nerviosa, acabó la pobre perdiendo
casi la razón.
Antes de irse, FULGENCÍN, que ya no volvería hasta diez años
después para el entierro de su madre, dejó claro que LA GRAN FINCA DEL ARROYO
era suya, pero que podían usufructuarla su madre y su tío mientras
viviesen.!Era un buen muchacho!.
La pena, el dolor, la amargura, mataban sin piedad a los dos
hermanos.!Eran unos muertos en vida!
.
Y RUFINA soportaba la continua recriminación de su
hermana:!fuiste puta con SINFORIANO y ahora también lo pago yo!.!Nosotros
éramos católicos, honrados, honestos, y ahora nuestra casa es un viejo burdel!.
RUFINA lloraba en silencio, hasta que no podía más, y
estallaba, maldiciendo a DIOS y al DIABLO, por haberle desvirgado LA FELICIDAD
cuando SINFORIANO la desfloró
.
Pero DIOS que es bueno y misericordioso, y el DIABLO que
ayuda a los malos, pero que cuando se harta los jode bien jodidos, ayudando a
los buenos, se juntaron por medio de DON ANTONIO DE LA SOTA Y HARO, el nuevo
sacerdote.
DON ANTONIO, emparentado con la familia del FUNDADOR DE LA
VILLA DE BILBAO ,noble revolucionario metido a sacerdote justiciero, a los
pocos días de llegar ya tuvo claro lo ocurrido en la ermita de SAN JULIÁN:
-¡DON LUIS, váyase a saber por qué, pero yo me lo supongo,
no pasó al REGISTRO CIVIL el CERTIFICADO DE CASAMIENTO!.!Así que SINFORIANO y
RUFINA seguían solteros!.!Pero esto lo arreglo yo enseguida!.
Los nervios, las prisas, las amenazas(por el pecado de
fornicación),hicieron que LOS RUFOS no reparasen en la necesidad de casarse
también por el juzgado.
TONY, que era el nombre que se daba a sí mismo el párroco,
tiró de conocidos de alcurnia y el matrimonio de cuarenta años antes en la
ermita de SAN JULIÁN fue inscrito fuera de plazo,
¡Tres meses después RUFINA empezó a cobrar la
viudez!.!SINFORIANO trabajaba para una naviera norteamericana y ganaba
mucho!.!Así que LOS RUFOS, por fin, podían manejar dinero!.
RUFINÍN, al final de la cincuentena, se vio sacando el
carnet de conducir:!su hermana le iba a comprar un utilitario y un pequeño
tractor!.!Lo nunca visto!.
RUFINA sólo tenía que
ocuparse de las tareas domésticas .RUFINÍN estaba tan contento que, en su
progresiva locura, consideraba más rentable que nunca la pequeña explotación,
queriendo ignorar que la pensión de
viuda de su hermana era el soporte de todo lo que tenían.
-¡Si no llega a ser por la ayuda de DON ANTONIO, yo ahora estaría muerta!, le comentó
muchas veces RUFINA a mi tía ADOSINDA, mientras la acompañaba por el sendero de
POSADA.
¿Por qué lo dices?
-¡Los últimos años se estaba volviendo agresivo e incluso un
par de veces me solmenó unas bofetadas!.!Pero ahora se tiene que calmar!.
¿Cómo lo consigues!
.
-¡Bueno, tú sabes que todo lo mucho que hicimos fue con el
dinero de mi viudez, así que:
¡LA QUE PAGA MANDA!.
(Final:
MADRE SOLTERA Y VIUDA
Anterior: EL
PODER DE LAS MUJERES
Inicial: LA
QUE PAGA MANDA ).
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