-¿Tiene algo que declarar?.El ENÉRGICO ADUANERO que en MAYO de 1978 me interrogaba en
PORT-BOU, esperó a que ocho ITALIANINI con sus MOCHILAS por todo bagaje
saliesen al exterior, sin revisarles nada, y a mí, súbdito español por
desgracia y mala suerte ,me retuvo.
¡Bueno, mi hermana creo que puso un cartón de tabaco para nuestro
padre!, contesté acojonado.
-¡Ponga la maleta sobre ese mostrador y ábrala con rapidez,
que no se puede interrumpir!.
Obedecí, temiéndome lo peor, pues aunque FRANCO había muerto físicamente, vivía y aún vive en
EL ESPÍRITU TRANSITORIAL .Hoy en día sé que un simple cartón de tabaco no es
motivo para detenerte ni siquiera en las grandes dictaduras.
EL ADUANERO revolvió toda la maleta .El cartón de tabaco
estaba encima del todo, pero quizá pensase que había más .Para mí que le cortó su
euforia inquisitorial la visión de una prenda femenina:!un camisón para mi
madre hospitalizada!.
No quiero pensar qué habría ocurrido si en vez de un camisón
de vieja viniese ropa interior para mujeres jóvenes.!Pensaría EL GUARDIA que yo
era UN PERVERTIDO SEGÚN LA LEY DE ENTONCES!.Pero a mí la visión de aquella prenda me volvió a
recordar la razón de mi regreso a LA PIEL DE TORO:!mi madre yacía gravemente
enferma, con pocas posibilidades de sobrevivir, en un hospital norteño!.Fue un
antes y un después, ya que se frustraron mis caminos hacia el SANTO EINSIEDELN,
aunque a cambio pude compartir durante veintiocho años alegrías y dolor, MUCHO
DOLOR, con mi pobre madre y nuestra pobre familia.
-¡Ciérrela y váyase!.La orden supongo enérgica por normativa
antes que fruto de la mala educación y la querencia por ser más macho que
nadie, hizo que yo cerrase, manazas que era y que soy, la maleta de forma muy
desordenada.
Recordé el episodio años después en mi visita a los países
árabes, donde si no abres a tiempo te pueden caer unos latigazos, y donde es
costumbre regalar al aduanero algo de lo que a él más le apetezca: una
cajetilla de tabaco, un bolígrafo, unos dulces….
-¡Caramelos!, exclamó en muy buen español el policía de un
país de ORIENTE MEDIO con el que me entendí en Inglés.
¡Por favor, coja los que quiera!. Y al guardia se le
iluminaron los ojos cuando metió la mano a una bolsa de kilo con caramelos de
miel de LAS HURDES que casi todos llevábamos para matar el tiempo en el autobús
o esperando a la puerta de los museos.
Quizá yo debiera de haber ofrecido, como me comentaron personas en
similar situación a la mía, una cajetilla de tabaco suizo al aduanero de
PORT-BOU. Pero la timidez general, el acojonamiento de español, y el sentido
helvético de la JUSTICIA, frenaron por completo mi capacidad de reacción.
Me dio pena que ocho chavales extranjeros entrasen en territorio español
como PEDRO por su casa.No pensemos en drogas, ni en mafia, ni en otras
golferías.Sólo que ahora sabemos que los turistas italianos dejan en ESPAÑA la
cuarta parte de lo que dejan los españoles en ITALIA vía cruceros, televisiones
y VATICANO.Aquellos chavales se suponía que dejaban un gasto de unas
trescientas pesetas al día, y sólo con el presupuesto del MINISTERIO DEL
INTERIOR para reforzar la seguridad por causa de su presencia, ya se
sobrepasaban aquellos bonitos sesenta duros.
Pero la puñalada definitiva me la dan las declaraciones del
COLÍDER SINDICAL GENERAL de ascendencia vaqueira-cántabra, de formación
catalana y catalanista, y ahora de profesión estatal plena:
-¡ENDESA no tiene aún convenio y los muchos beneficios se
los lleva EL GOBIERNO ITALIANO!.
¡Más de uno se acordará de ZAPATERO!.Porque si ENDESA fuese
española, vía impuestos y beneficios, contribuiría sensiblemente a reducir el
déficit, y a crear empleo de calidad!.
¡Tristes las palabras del sindicalista!.
Menos mal que hoy practico alemán en LA PLAZA MAYOR con la
nonagenaria HIJA DE NIVEA, perfecta bilingüe por razón de origen y crianza, y
con dos suizas de LUCERNA que viajan en
bici por toda LA PIEL DE TORO. Las tres, la hispano-alemana y las helvéticas,
concitan la atención del público al cantar algunas estrofas del JODLER ALPINO.
Una de las ciclistas dice tener en su casa un ALPHORN, UN CUERNO o TROMPA de
LOS ALPES, además de otros instrumentos músicos.
-Sind Sie SPANIER?.¿Es usted español?, me pregunta la del
ALPHORN.
Ja, unglücklich!!Sí, por desgracia!, contesto apesadumbrado.
-Oh, mon pauvre!.La segunda ciclista, que dominaba el
francés y sabía de mis vivencias en BIEL/BIENNE, me dijo con ternura, y algo de
compasión, una palabra que no se necesita traducir.
¡Pero me alegro con MI PEREGRINACIÓN MOTSEIROSO EINSIEDELN!,
expliqué a las buenas señoras.
No quise perder el tiempo explicándoles que también quería
huir de NUESTROS CHULOS y sus representantes, que nos tienen como putas
por rastrojo.!Amén!.
No hay comentarios:
Publicar un comentario