-¡En SAINT-IMIER hay unos morochos que hablan un castellano
muy particular!.!Yo no sé si serán turcos!.!Bueno, vente conmigo a visitarlos, y saldremos de dudas!.!Tienen un
restaurante, HOGAR ESPAÑOL ,donde se junta gente muy divertida, también algunos
boludos y pelotudos!.!Che, no todo va a ser perfecto, já, já!.
GASTON SMETANA-BERNARDEAU, argentino de origen europeo
multirracial, agnóstico absoluto ,que dominaba el español, el francés y el alemán, incluso el
dialecto bernés, trabajaba en el mismo hotel que yo, sólo que él era SEGUNDO
CHEF DE COCINA, y UN GRAND CAVISTE, un
fabuloso catavinos.!Todo un personaje!.
Acompañados de GRETA, su mujer escandinava, y de mi
compañera CORINNE, amiga sin derecho a roce ,que me hacía el favor de una
gentil escolta, fuimos en el coche del argentino hasta EL BALLON DE
SAINT-IMIER, dejando atrás EL PICO DE MACOLIN/MAGGLINGEN , próximo a
BIEL/BIENNE, donde trabajábamos, y que es, para muchos, y de forma
convencional, la frontera entre LA BERNA ALEMANA y LA BERNA FRANCÓFONA.
-¡Eh, moro, atiende a estos señores!.Uno de los varios
contertulios que charlaban en español meridional y sorbían con delectación sus
copas de vino ,reclamó al jefe de barra para que nos atendiese.
¡Moros vosotros ,pixa!.!Yo, el Califa de Saint-Imier!.!Que
hay señores y siervos, já,já!.
-¡Já, já, já ,MANOLO, el moro de Saint-Imier!.SEBASTIÁN, el
gaditano, de ahí que EL MORO le llamase pixa-pischa o pidja, según la normativa fonética del
momento-se implicó desde el primer momento con nuestra presencia allí y ayudó a
que nos enterásemos de qué se cocía en
aquel HOGAR ESPAÑOL, una isla hispánica en territorio helvético, gobernada con
mano de hierro en guante de seda por el dizque Califa MANOLO.
Se cumplía a rajatabla lo que previamente me había explicado
GASTON:
LOS HERMANOS RIMADAS GUÁLDEZ, MANOLO EL CALIFA, PEPITO EL
MEDIANO y THIERRY EL BENJAMÍN, el
primero, el tercero y el séptimo de cinco hermanos y dos hermanas,
habían nacido en TETUÁN durante el PROTECTORADO.
Aparte LOS ESPAÑOLES DEL JURA BERNÉS y del vecino
NEUFCHÂTEL, que vivían alegremente aquellas horas de tapeo y de copeo como si
nunca hubiesen emigrado ,el que LOS MOROCHOS hablasen también francés y árabe
atraía tanto a los autóctonos de la zona
cuanto a los magrebíes y asimilados, a los que GASTON denominaba morochos por
no ser precisamente rubios y de tez blanca como él, y turcos, porque de siempre
en LA ARGENTINA se denominó así a los árabes.
No cabía ni un alfiler, el negocio se notaba rutilante, y en
un par de horas se iba a adaptar una de
las dependencias para salón de baile
.Actuarían LES BIENHEUREUX/LOS DICHOSOS ,un grupo musical , siete jóvenes
inmigrantes, y una vocalista de LAUSANA.
(Continuará: EL
CALIFA MANOLO).
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