-¡La abuela FÁTIMA fue el punto de unión entre lo moro y lo
cristiano en nuestra familia!.MANOLO se emocionaba al recordar los tiempos de
esplendor en EL PROTECTORADO.
El sargento GUÁLDEZ ,un jiennense decidido ,destinado
en SIDI-IFNI, se enamoró de FÁTIMA,
adolescente tuareg de sólo quince años,
él tenía doce más ,y se puso el mundo por montera:
-¡Mi bisabuelo moro puso como condición que se fuesen al
NORTE DE MARRUECOS, para evitar fricciones con los puristas islámicos!.!Y se
quedó feliz de que su niña se casase con un europeo que iba a considerarla
reina, y no con un moro que la tendría
como esclava, quien sabe si prisionera en un harén!.
¡La abuela sabía adaptarse a lo católico, sin dejar de
considerarse creyente de la fe del PROFETA!!Algo maravilloso!.
SARA GUÁLDEZ BEN BAREK, la madre de LOS MOROCHOS de
SAINT-IMIER, la hija del sargento MANOLO, subteniente con los años, y de la tuareg FÁTIMA, transmitió la lengua
del desierto a los siete hijos que tuvo con
JOSÉ RIMADAS, gaditano, sargento en la boda, capitán en la reserva.
Las hermanas de MANOLO transmitirían lo marroquí a sus
hijos. Los varones de la familia, todos con esposas europeas, españolas, suiza
en el caso de THIERRY, aunque supiesen hablar tanto el árabe académico
como las variantes marroquíes, serían españoles de PURA CEPA en todo y por
todo.
Obviamente, los hijos de
LOS MOROS de SAINT-IMIER, como toda la juventud inmigrante, se adaptaría
per se a LA CULTURA SUIZA, sin perder el contacto con el idioma familiar.
En el caso de THIERRY, la inmersión lingüística y cultural
en EL MUNDO HELVÉTICO era total. Porque el matrimonio sólo hablaba francés
entre ellos y con su niña de siete años.
Por instinto o azar, por si la influencia del PROTECTORADO
FRANCÉS sirviese de ayuda al benjamín de LOS RIMADAS, a THIERRY se le dio un
nombre más utilizado en RABAT o MARRAQUECH que en TETUÁN o LARACHE .La suerte
quiso, el mundo al revés, que las decisiones en TIERRA DE MOROS sirviesen en
positivo para la vida en TIERRAS HELVÉTICAS.
Y, como el negocio es el negocio, los afectos y los
sentimientos ni se midan ni se pesan, son compatibles entre sí, LOS MOROCHOS o
MOROS de SAINT-IMIER, GASTON incluso les
llamaría TURCOS, supieron aunar, tres en uno, LO ESPAÑOL, LO MORO y LO SUIZO.
¡Las apariencias engañan!.!Detrás de siete apellidos vascos,
catalanes, franceses, alemanes, castellanos, puede haber escondidos diez,
quince, treinta, murcianos, moros, armenios, turcos, holandeses!.!Con uno
basta!.
El BEN BAREK escondido convertía no sólo al CALIFA MANOLO y
a PEPITO EL MEDIANO, españoles sureños, sino también a THIERRY, suizo por
inmersión, en LOS MOROS DEL JURA BERNÉS.!Moros de verdad!.
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