EINSIEDL

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miércoles, 13 de junio de 2018

HIJO DE INQUISIDOR



Don Juan de Osorio ,caballero salmantino de la segunda mitad del siglo XVI, sí que asustaría a sus enemigos diciéndoles:!cuidado conmigo, que soy hijo del Cardenal!.

El tal Cardenal se las traía:!Fernando de Valdés-Salas, Gran Inquisidor del Reino!.

Dominico, algo que no pudimos o supimos ser muchos como quien esto escribe ,paseó los nombres de los dos concejos de los que procedía por todos los confines de la tierra .Ciertos datos también lo relacionan con L’KONCETSÓN, pero eso es totalmente secundario.

Lo que sí es de censurar, pero también de admirar, qué quieren que les diga, fue su gran capacidad para una cosa y para la contraria:!mandar a la hoguera a herejes, pervertidos, brujas y lumias, y a la vez prohijar y dar categoría de gentilhombre al fruto de sus relaciones viciosas con una dama alegre de la sociedad salmantina!.!Pero así es como se alcanza el poder y la gloria!.

¡Ser hijo de un cardenal o de un cura siempre tuvo sus ventajas!.

Hace un par de años ,y al socaire de referirme a un tarambana madrileño, provoqué cierto malestar en una información paralela que afectaba a los descendientes biológicos o no biológicos de un misionero placentino en Los Andes.

Pido perdón a las personas que se pudiesen sentir molestas por citar un nombre que aparecía en el registro civil correspondiente, en algunas publicaciones, y cuya actitud, noble y generosa pero un tanto atípica para un clérigo ,me fue explicada y explicitada por una persona que tenía documentos que le identificaban como su descendiente.

Respecto al tarambana que en los ochenta y noventa del siglo pasado ponía firmes a los ex de la Brigada Político-Social  cuando venían a detenerle por amañar la marimorena tras emborracharse con whisky de etiqueta negra en la cafetería del hotel en el cual yo era recepcionista, al grito de:!cuidado conmigo, que soy hijo del Cardenal H!, hube de citarlo como presunto hijo  y no me atreví, en consecuencia, a dar los datos del supuesto padre, aunque como son pocos los cardenales y menos aún los que han sido sacerdotes de vocación tardía, no era difícil de identificar .Pero quizá que aún vivan familiares directos y no está uno en su precariedad para someterse a juicios con indemnizaciones millonarias a gentes millonarias.

¡En todo caso, echar una cana al aire también es cosa de curas, obispos y cardenales!.Y es que no somos de piedra, como decía aquél.

Hay que probarlo todo para saber de todo, y en ese espíritu, El Gran Inquisidor General, Cardenal Fernando Fernández de Valdés y Salas, fue todo un ejemplo.

En mi época conventual teníamos un compañero al que bajo cuerda se le denominaba el hijo del cura. Parece ser que el cura y padre se preocupaba del vástago y los frailes, que solían admirar al que al revés que en el cuento(“ el que fue cocinero antes que fraile….”)antes que novio, padre biológico y amante correspondido ,había sido casto oficial y profesional, sacerdote regular o secular, le tenían buena querencia.

Muchos años después oí, referido a un sacerdote que murió centenario, y en la misma zona geográfica de la que procedía nuestro compañero dizque hijo del cura, cómo  al llegar en el autobús de Mondoñedo y ser abroncado por la madre de un supuesto hijo, supo reaccionar al estilo clerical, es decir, muy elegantemente:

-¡Mal padre, preocúpate de tu hijo y ayúdanos, que lo estamos pasando muy mal!.Una mujeruca  nerviosa, entre una docena de estupefactas comadres, recriminaba al sacerdote su despreocupación sobre aquel bastardo, aquel hijo ilegítimo.

Las comadres, que esperaban al sacerdote para la celebración diaria de  LAS FLORES A MARÍA no daban crédito a lo que oían.!Tan grave era que la loca injuriase a un sacerdote como que éste fuera en verdad el progenitor del hijo de la denunciante!.

¡No le hagáis caso, hijas mías, que la pobre no sabe lo que dice!.Algo similar al:!Padre, perdónales, que no saben lo que hacen!, de Cristo camino del Calvario.

¡Y el cura centenario se quedó tan tranquilo!.!Por eso llegó a centenario!.

Saber reaccionar a tiempo, cambiar de chaqueta, improvisar con acierto, es símbolo de futuro con éxito, algo que hará poderoso a quien sepa ver las cosas claras.

Saulo de Tarso, el que luego fue San Pablo, pasó de perseguir cristianos a morir  torturado  por serlo .Su conversión se produjo tras que una luz cegadora lo derribase del corcel sobre el que cabalgaba persiguiendo a los seguidores del Nazareno .Con su irreverente gracejo andaluz, Manolo Alcántara asevera que lo del milagro es más difícil de probar, pero lo irrefutable es que Saulo era mal jinete .Diferentes versiones.

Y Tarso del KONCETSÓN, tras recibir una buena paliza de los matones  de Falange, se convirtió al franquismo y llegó más arriba dentro del Movimiento que sus propios maltratadores. Su lema fue:!Si soy republicano llevo hostias, si soy falangista las reparto!.

Todo en la línea de Valdés Salas:!empreñar a una aristócrata  y mandar a la hoguera a las infelices que se dejaban empreñar, etc, etc!.

Hay que saber combinar lo estipulado, lo ordenado, lo habitual, con lo más rentable .A fin de cuentas, y quizá por ahí fuesen los tiros intencionales del Gran Inquisidor, hay que saber separar el trigo de la paja, que más o menos figura en Los Evangelios, y no siempre las cosas son como parecen.

En la lengua de Goethe, también de Unterägeri y Einsiedeln, Los Evangelios hablan de DIE SPREU VOM WEIZEN TRENNEN, lo equivalente a SEPARAR EL GRANO DE LA PAJA .Pero exactamente quiere decir SEPARAR LAS GRANZAS DEL GRANO.

Lo anterior lo entenderéis mejor con la explicación que dio un vaqueiro de la zona de Masenga a sus familiares, amigos y conocidos, que le recriminaban por haberse casado en el Madrid de los cincuenta con la viuda del dueño de la casquería en la que trabajaba .La mujer casi le doblaba la edad, veinticinco él, cuarenta y seis ella .Así y todo, tuvieron un hijo en común que jugaba con sus sobrinos, hijos de sus hermanas veinteañeras. Ese hijo en común sirvió para que el vaqueiro se afianzase en el negocio.

¡Caseime con miou tía, pero hay que  coyer EL TRIGO que LA POXA tsévala l’aire!.LA POXA, he ahí el quid, THE GIST que diría un angloparlante.

LA MAYADORA/DESGRANADORA de nuestra infancia separaba LA PAJA del GRANO BRUTO , al que enviaba a LA AVENTADORA. En el siguiente proceso , EL GRANO era desprovisto de LAS GRANZAS.

LA POXA/POUSSIÈRE en Francés(es decir, POLVAREDA), se llamaba así, por METONIMIA, a  la parte aventada de LAS GRANZAS, que en otra parte quedaba retenida y, junto con serrín, etc, la utilizaban para MUTSIR/MULLIR cuadras, pocilgas y zahúrdas .Se veía claramente la meticulosidad germánica de LA FALIETSA.

En LAS PAMPAS se denomina TAMO al ternero de poco desarrollo que no sirve ni para la recría, ni para la alimentación de los dueños o de los gauchos, y que venden por poco dinero, incluso regalan, a quien se los lleve pronto, para aprovechar la leche de las madres .Pues bien, TAMO y GRANZAS son dos palabras sinónimas.

Todo al socaire de la efectividad según las ocasiones del Gran Inqusidor.!Cuando toque copular , copulo; cuando toque quemar a la copulada, la quemo!.



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