EINSIEDL

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miércoles, 16 de diciembre de 2015

LA FLORIDA LLORÓ


LA FLORIDA lloraba por doble motivo: por unos dolores insoportables que la llevarían a la muerte, y por no poder dar de mamar a su hijo, porque su terrible mal se lo impedía.

No hablamos de una tierra americana que pudiese llorar –en nuestra imaginación-porque las catástrofes naturales o las guerras entre propios y extraños, diezmasen su población o la tornasen inhabitable.

Hablamos de LA FLORIDA, una vaca frisona de cinco años, más bien menuda, pero con una producción láctea impresionante. Y con un ternero no muy grande pero que apuntaba maneras, y que pese a las desgracias, a los tres años sería un semental cruzado de frisón y roxo.

Para muchos, una vaca y un ternero son simple estadística, pero en 1974, y para muchos FALIETSANES, como es el caso que nos ocupa, un ternero  bien criado significaba la cuarta parte de los ingresos anuales, y una vaca en producción significaba la cuarta parte de los bienes y equipos de la familia, así que quedarse sin un ternero y sin su madre  era como que al dueño de diez autobuses se le despeñasen dos, con siniestro total, con viajeros y conductores heridos e incluso muertos, sin  derecho a indemnización alguna por parte de las compañías aseguradoras y con los acreedores haciendo guardia con el notario como escolta y con el sicario pistolero como última ratio para  conseguir cobrar aunque fuese en la piel de los muertos, reedición actual de EL MERCADER DE VENECIA-o,siendo asquerosa, grosera y pícaramente realistas, en las turgencias y profundidades de la mujer o de las hijas del damnificado, pues  ya se sabe eso de EL CORNUDO APALEADO.

Era para la familia-PARA MI FAMILIA- un tiempo difícil.

Habíamos tenido incluso un brote de LENGUA AZUL en nuestra humilde cabaña bovina, algo impensable por aquellas zonas, lejos tanto de la peste en los rebaños de ovejas de AL ANDALUS cuanto de las vacas locas de LA PÉRFIDA ALBIÓN.

Parecía que todo mal terminase en bien, porque pasamos de que DON RAMÓN HEVIA, eminente veterinario, calmase los lloros y las invocaciones a mi madre del GLORIOS SAN ANTÓN  con un tajante”!Señora, no hay más SAN ANTONIO que yo!”, mientras  cercenaba el tercio anterior de la lengua de un ternero que en dos años sería un semental de casi mil doscientos kilos, EL LINDO, hijo de LA PRAVIANA, ambos de  permanente recuerdo en los anales de la familia mientras mis progenitores anduvieron por esta triste segunda dimensión, a que todos en casa ESQUEICIESEMOS la posibilidad de que una mano negra o azul envenenase el abrevadero de nuestras vacas, y  a que mirásemos el futuro con más optimismo.

Pero pasaron los años, la vejez de los padres, las enfermedades de los hijos, las malas cosechas, los desastres económicos, y otra vez volvería UNA MANO NEGRA, AZUL, ROJA…..

LA FLORIDA volvió un día del prado, poco después de parir, lentamente, cojeando, con una mezcla  de mugido y de lamento, y a duras penas dio de mamar a su hijo, y no se le aprovechó más de un litro de leche.

Vinieron dos veterinarios, ambos con extraña biografía, el  casi anciano, próximo a la muerte, y el joven impetuoso y maleducado.

Sentado en UNA TAYUELA, el ancianfacultativo observó al animal, compartió varios vasos de vino con mi padre, hasta razonó  con él sobre que la vaca no tenía lo equivalente a lo que en las ovejas eran LAS CETSOURIAS, algo así como LA CELULITIS CEREBRAL, terminó diciendo que la vaca tenía algo del aparato locomotor que él no era capaz de diagnosticar, recetó un calmante y mandó esperar un par de días, no movilizando al animal.

LA FLORIDA ya lloraba, cada vez más, principalmente cuando el ternero quería mamar, así que se aprovechó que por allí pasaba EL VETRINARIO TUETSO para que hubiese una segunda opinión.

“¡Que conste que vengo porque la situación es grave y no soy tan malo como dicen, y además su  cuñada de ustedes ha servido fielmente a mi mujer y a mis suegros, pero no se acostumbren a  asaltarme al pasar, porque  está estipulado que se me llame a la consulta y yo marque las citas!, bramó EL MÉDICO DE SEMOVIENTES, recordando de algún modo lo que les decían a los alumnos  los catedráticos de LA ESCUELA DE VETERINARIA DE PAPALAGUINDA, que no se dejasen dominar por los campesinos, tan bobos en apariencia cuanto malvados en el fondo .
¡Lo  siento, pero la vaca seguro que se ha peleado con otra, cayó contra un árbol y se fracturó el fémur, así que la solución es que la lleven lo antes posible a LA CHACINERA!, concluyó el galeno( si es que se le podía llamar así).”

-¡Ay,Dios, los fíos malos na cama, ya agora la vaca pal matadero yal xatín maltsograo!!La madre colos fíos, el padre na corte nueites enteras pa nada!, se lamentó mi madre.

¡Señora, cuide usted a sus hijos, y su marido que tenga cuidado de los animales!, dijo el TUETSO al irse.

-¿Qué se le debe, DON TAL?, preguntó mi padre.

¡Nada, que ya tienen bastante con la pérdida, pero espabilen y hagan las cosas con diligencia, que edad tienen para ello!, y EL LICENCIADO se cobró en bronca y desprecio lo que no exigió en pesetas.

A mi padre los nervios se le desataron y me dijo:!Por favor, encárgate  tú de llevar la vaca a sacrificar, que yo tengo los nervios destrozados!.

Yo, tímido, recién operado de la columna vertebral, con un molesto LUMBOSTATOR ayudándome a mantenerme erguido, ante el desfallecimiento de quien  había soportado tantas desgracias, me arriesgué, conseguí un medio de transporte, y con la ayuda de algunos vecinos, haciendo yo un esfuerzo físico muy peligroso ,cargué a la vaca en el remolque, llorando la pobre sin parar mientras el ternero se subía incluso al vehículo en busca del ubre materno, acompañé al conductor al matadero y esperé el turno del  BOVINICIDIO tratando de ESQUEICER toda nuestra triste historia reciente.

-¡A esta vaca le va a suceder lo que a PILI(la chica de LA CHACINERA que se  encargaba de recoger la sangre en un cubo, al estilo tradicional),siempre muy brava, hasta que le dieron ESTILETE, y ya se calmó,já,já!, dijo el joven matarife con fama de deslenguado e incluso de  supuesta mano despistada en la cercanía de adolescentes y de mozas.

¡Calla, bobo, que siempre hablas sin pensar en tu madre y en tus hermanas!, dijo una ruborizada PILI, la cual hubo de sujetar con fuerza el cubo, porque el matarife, tan poquita cosa, chafandrín, clavó un estilete de no más de cinco centímetros en la testuz de LA FLORIDA, que cesó su triste lamentar, hizo un movimiento de muerte, y entregó su sangre al cubo de PILI porque a continuación del suave y poco profundo pero muy certero  punzazo, el matarife clavó con fuerza un gigantesco puñal en el cuello de la vaca, y en un par de minutos se vació de sangre aquel organismo muerto pero al fin sin dolores.

Mis sentimientos fueron confusos, pero preferí ir a tomar una cerveza con el conductor del transporte mientras desollaban al animal.

¡Ya puedes venir, para poner en la báscula la canal y  ver cuánto se te paga, porque los demonios me coman si no se perdieron treinta kilos en el oreo, porque las extremidades las tenía deshechas!, comentó en la puerta del bar al lado de la fábrica el  matarife-jefe, no el BOVINICIDA SIMPATICÓN Y  SUPUESTO MOLESTÓN DE MUYERES.

-¿Qué le pasó al pobre animal, casi una novilla, una frisona de las buenas, para terminar así?, me preguntó uno de los dueños que estaban allí  comentando el asunto con los empleados.

Dije la verdad, pero ellos “realizaron” sus verdades y, a pesar de la desgracia, no salí tan mal parado.

¡Já,já, ese VIEYO VETERINARIO, decir lo del aparato locomotor!. ¡Seguro que estaba con la borrachera visionaria!, se hizo el gracioso una vez más el joven matarife.

Dieron por válida la versión del VETERINARIO TUETSO.

Con los años, quizá debimos erigir una estatua en honor del VETERINARIO ANCIANO Y BEBEDOR, porque se descubrió que las vacas que habían pastado en las inmediaciones de la GRAN METALURGIA DE LA PLAYONA, habían adquirido una terrible enfermedad: FLUOROSIS.
De ahí que se le deshiciesen los huesos.

Dios fue bueno en aquella época ,LA RATINA, una pequeña vaca helvética, crió a la vez a su ternero y al hijo de LA FLORIDA, que también acabó siendo un gran semental en la granja de un famoso ganadero.

Así que cuando veo a los taurinos chillar, y respeto a todo el mundo, y quiero entender sus teorías, creo que también tengo derecho a exigir un respeto a los animales, en recuerdo de LA FLORIDA, y para poner en valor la necesidad de que este país no condene a los pobres campesinos tal cual lo fuimos nosotros, porque tan fácil como  el estilete del chacinero ejecutó a LA FLORIDA, así la mala suerte, y las malas leyes, ejecutaron nuestra felicidad por décadas.

¡Descanse en paz LA FLORIDA, y todo EL REINO ANIMAL,VIVOS Y MUERTOS, HOMBRES Y SEMOVIENTES,y  TODAS LAS DEMÁS ESPECIES!.



  

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