EL COCHÓN

¡Mira, UN COCHÓN como el de LOS ARGENTINOS!.Treinta, cuarenta años después, los  rapaces de mi generación seguíamos recordando a aquel gigantesco armatoste en las películas del CHICAGO MAFIOSO.

¡UN COCHÓN era un coche grande, no un cerdo!.

CUATRO ADULTOS y SIETE NIÑOS  nos acomodamos en EL COCHÓN como pudimos .Ya venían dentro  LOS ARGENTINOS, conductor y acompañante .Así que iniciamos LA PEREGRINACIÓN al SANTUARIO DE LA VIRGEN DE LAS SIETE VISTAS seis adultos y siete niños, en total trece personas.

EL SANTUARIO DE LA VIRGEN DE LAS SIETE VISTAS, llamado así porque desde su entorno se divisaban, supuestamente, otros siete santuarios marianos, se denominaría OUR LADY OF HOLLYWOOD si COVADONGA estuviese en DESPEÑAPERROS  y LOS ANGLO-NORMANDOS hubiesen establecido sus reales en LA DESEMBOCADURA DEL ESVA, del mismo modo  que LOS ACEBOS serían EL PARAÍSO DEL CINE en LOS ANGELES de una CALIFORNIA TOTAL, no cercenada por el poder del NORTE.

¡Pero LOS IMPERIOS son LOS IMPERIOS!.Y DIOS habla LOS IDIOMAS IMPERIALES!.

¡Nunca se dirá VIRXEN DEL XARDÓN!.

Lo cierto es que para las dos familias que acudíamos a LA PEREGRINACIÓN la fiesta ya empezaba mientras esperábamos a LOS ARGENTINOS.

¡LOS ARGENTINOS eran todos unos personajes en la zona!.

LORENZO y DONATO, parientes entre sí ,no habían conseguido en BUENOS AIRES lo que LOS PRIMOS MOSCONES en LA HABANA y MÉXICO.!Pero habían regresado con el aprendizaje y la disposición que UNA NACIÓN MODERNA aportaba a los inmigrantes con ansias de superación!.

Entrados en la treintena, media vida en EL BOCA, regresaron al hermoso VALLE DE PAREDES natal, con algunos pesos en los bolsillos y con sus dos pasaportes para el éxito:

LORENZO tenía permiso internacional de conductor. DONATO traía con él a su inseparable BANDONEÓN.

Buenos mozos que eran, conquistaron, o se dejaron conquistar ,por dos primas entre sí, hijas únicas, propietarias de fértiles terrenos junto al ESVA.

No necesitarían ellos salir a ganar un complemento para  una producción agropecuaria deficiente, tal cual ocurría en sus propias familias de origen o en otras muchas de la comarca.! Porque las casonas de sus mujeres tenían superávit!.

¡Pero todo sirve para el convento!, decía el fraile del chiste. Lo que LORENZO como conductor y DONATO como bandoneonista  obtuviesen sin menoscabo de su actividad agrícola y ganadera ,por el SISTEMA DEL PARÁMETRO VACAS, haría aún más fuertes a las haciendas de sus esposas, futuro patrimonio de sus hijos, y a ellos les permitiría sentirse, como consortes y en aras de lo aprendido como emigrantes, triunfadores al fin.

A LORENZO le ofrecían conducir al jornal con dedicación plena, a las órdenes de jefes a los que se les podía aplicar aquello de NO SIRVAS A QUIEN  SIRVIÓ NI PIDAS A QUIEN PIDIÓ.!No le compensaba!.

DONATO sólo admitía colaborar con ORQUESTAS COMARCALES si eran más las ventajas que los inconvenientes.!Por libre, y como MÚSICO EN SOLITARIO  en LAS ROMERÍAS Y FIESTAS PATRONALES, consiguió en pocos años una pequeña fortuna!.

PANCRACIO de LAS CRUCES, el viejo taxista mariñán, traspasaba la licencia y vendía EL COCHÓN, un FORD GIGANTE, por una cantidad asumible para DONATO.

LORENZO se dejó convencer fácilmente por su amigo de correrías, viendo más ventajas que inconvenientes en LA SOCIEDAD ASIMÉTRICA que DONATO le proponía:

-¡Tú te encargas de poner al día toda la documentación y de que EL COCHÓN quede disponible para el comienzo del servicio!.!EL DINERO lo pongo yo!.!Luego ya estableceremos la forma de repartirnos las ganancias!.

Por eso de que EL OJO DEL AMO ENGORDA AL CABALLO, aunque teóricamente la propiedad fuese compartida, DONATO  se dispuso a actuar como COBRADOR  e INSPECTOR de UNA LÍNEA DISCRECIONAL DE VIAJEROS, muchas veces LÍNEA REGULAR EN LA SOMBRA, al estilo de LOS GOBINOS DEL NORTE EXTREMEÑO, ganándose la inquina de los empresarios de LÍNEAS REGULARES OFICIALES.

-¡Tú limítate a conducir!.!Para abrir y cerrar las puertas estoy yo! DONATO abroncó  a LORENZO porque quiso cerrar la puerta detrás suya sin prestar atención a la carretera y con una sola mano en el volante.

Yo me asusté, porque quise jugar a abrir y cerrar la puerta como si fuese un adulto. Mi padre me amenazó, pero DONATO puso las cosas en su sitio:

-¡Tranquilo, chaval, no pasa nada!.Y  EL BANDONEONISTA-COBRADOR ,en postura difícil y hábil, consiguió cerrar aquella endemoniada puerta que a mí se me resistía.

(Continuará: EL CAMINO DE LOS FRAILES   ).