Conocí por razones profesionales a OTTO DE HABSBURGO, nieto
de la famosa SISSI y rey austriaco en el exilio, a comienzo de los ochenta.
Para un recepcionista republicano no resultaba agradable
tener que humillarse ante matones y guardaespaldas de reyes y príncipes .Pero con el nieto de SISSI
todo fue diferente.
OTTO nos quitó el mal sabor de boca que nos había dejado un
JEQUE PETROLERO el año anterior.
¡Nunca seré rey!.!AUSTRIA será por siempre una
REPÚBLICA!.!Yo soy un simple ciudadano del mundo!.OTTO ofrecía sus amplios
conocimientos lingüísticos, históricos, diplomáticos y de DERECHO INTERNACIONAL
no sólo para ganarse la vida sino para que el mundo fuese un poquito mejor para
todos.
El año anterior, y por un mes, habíamos tenido bloqueada la
quinta planta y sus sesenta y tres apartamentos, incluidas la suite real y
otras suites, para UN JEQUE ÁRABE cuyos guardaespaldas sembraban el terror por
doquier, ensañándose con las camareras y todo el personal femenino.!LOS MOROS
pagaban bien, así que hubimos de aguantarlos, y hasta agasajarlos en la
partida!.
EL JEQUE dio UNA BODEGUILLA/UNA PROPINA de cuatro millones
de pesetas de entonces, a repartir entre el personal!.Por la fórmula habitual,
a los ochocientos empleados de base, deberían de tocarnos mínimo tres mil
pesetas a cada uno, pero hubimos de conformarnos con escuchar la carta de
agradecimiento que nos leyó el ADJUNTO A DIRECCIÓN!.!LOS MOROS habían
disfrutado de LA CORTE y FORO como de su MAGERIT de los años de angustia!.!Con
la complicidad de LOS MOROS DEL INTERIOR!.
Así que la conversación cordial de OTTO DE HABSBURGO, su
comportamiento como sencillo huésped, nos hicieron olvidar LA TRAGEDIA MORA.Y
sus dos mil pesetas para LA BODEGUILLA-¡a mí me tocaron ochenta pesetas!-las
agradecimos no por lo que significasen económicamente sino porque simbolizaban
el valor al trabajo bien hecho que daba una figura intelectual y política de
tanto fuste.
Justo en uno de mis viajes a TIERRAS CÁNTABRAS, por aquellos
días, leí en un número atrasado de una revista regional conservadora,
implantada a la muerte del EXTINTO por sedicentes REPUBLICANOS de corazón y
verdaderos MONÁRQUICOS en acción, lo de siempre, ir con los de la feria y venir
con los del mercado, algo que me interesó mucho, al socaire de la estancia de
OTTO DE HABSBURGO en el hotel donde yo trabajaba:
-¡En una aldea del ALTO CAUDAL/TIERRA DE MINEIRUS vivía retirado del mundanal ruido un austriaco ,ex
militar de su país en la reserva, de apellido ÁLVAREZ DE LA VEGA!.
Parece ser que a mitad de LA REGENCIA DE DOÑA MARÍA CRISTINA
,la joven viuda austriaca de ALFONSO XII, muerto en mil ochocientos ochenta y
cinco ,siete meses antes del nacimiento de su hijo póstumo, ALFONSO XIII, se
celebró en VIENA la boda entre UNA PRINCESA AUSTRO-HÚNGARA y UN PRÍNCIPE
ESPAÑOL, ambos de LAS RAMAS SECUNDARIAS, parientes lejanos entre sí .Recordemos
que la propia MARIA CRISTINA era también ARCHIDUQUESA SEGUNDONA en origen,
prima del ÚLTIMO EMPERADOR, CARLOS, padre de OTTO DE HABSBURGO.
Caprichosa que era, MARIA CRISTINA quiso que los esponsales
tuviesen UNA CELEBRACIÓN IMPERIAL. El olvidado NOVIO viajó a VIENA con una escolta de veinte GUARDIAS REALES,
entre ellos EL TENIENTE ÁLVAREZ DE LA VEGA, nacido en una casina del ALTO
CAUDAL.
EL TENIENTE PAYARIEGO se integró en la vida austriaca tras
su matrimonio con una hermosa rubia de LA CIUDAD IMNPERIAL.
Pasaron los años, paso la vida, y el ya sesentón ex oficial
del EJÉRCITO DE LA NUEVA Y GLORIOSA REPÚBLICA AUSTRIACA ,JOHAN ALVAREZ DE LA
VEGA ,apareció a finales de los cincuenta por la casina de su padre, abandonada
por el resto de la familia.
Era tan silencioso y solitario, un eremita del siglo veinte,
que sólo lo veía con regularidad una vez por semana LA LLECHERA DE XOMEZANA, a
la que el ex militar había contratado para que le hiciese las compras y le
trajese productos de la tierra, empezando por los quesos y mantecas caseros de
LA LLECHERA.!Era su comunicación con el resto del mundo!.
Las pocas veces que aparecía en público, por razones
extraordinarias, destacaba por su físico y por su acento.
Según LAS TEORÍAS HISPANAS, era lógico que un austriaco
fuese alto y rubio, del mismo modo que UN ESPAÑOL fuese pequeño y moreno:
-¡ALVAREZ DE LA VEGA daba razón a esas teorías!.!Pero más
alto y rubio que él era EL CAZURRÍN ROXU, un MINEIRU rubio y gigantesco nacido
al otro lado del PUERTU, en la provincia de LEÓN!.
Chocaba el acento extraño, con aportaciones de la lengua
alemana y alguna expresión vernácula al albur, quizá herencia lingüística de su
difunto padre.
Creo que murió a finales de los setenta, su vida fue
misteriosa, oculta, pero sirvió para que LAS FUERZAS PATRIAS expresasen su
satisfacción por su origen en TIERRAS CÁNTABRAS, para mostrarlo como símbolo de
la gran amistad entre EL IMPERIO ALPINO y LA PIEL DE TORO, recordando LAS
GESTAS IMPERIALES COMUNES, para que a LOS MONTAÑESES les quedase claro que
ellos, como los demás hispanos, eran de suyo PEQUEÑOS Y MORENOS, y, quizá lo
más importante:!se cumplía lo afirmado por EL PROFETA MANOLO ESCOBAR en ESPAÑA
ES LO/LA MEJOR!.
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