¡Apartaos, idiotas ateos, dejadme pasar, que voy a la Santa Misa!, y los voluntarios de
LA OCTAFERIA dejábamos pasar al ínclito personaje en su imponente haiga.
LA OCTAFERIA, en domingo, sustituía a LA ESTAFERIA, trabajos
comunales del viernes, porque varios de nosotros íbamos de lunes a sábado a la
cantera de DON MELECIO, marido de DOÑA VILMA, heredera de DON FERNANDO,
solterón y católico a machamartillo, para poder mantener nuestras humildes
propiedades, nuestras vacas, para que diesen leche para nuestros hijos, ya que
aún no había lecherías ni centrales lecheras.
Oficialmente, LA OCTAFERIA reunía voluntarios, pero por
alguna razón secreta que en el fondo todos conocíamos, la obligatoriedad era
inexcusable.
Con mucho ánimo y paciencia, confortados por las bebidas de
ATILANO, el bodeguero, que pagaba en especie su participación, y por los
pinchos y bocadillos que aportaban LAS TRES HERMANAS RICACHONAS, una viuda, una
soltera, una no se sabe qué, venidas de LA HABANA a LA ALDEA vía MIAMI ,con
pesos y dólares a espuertas, mucha misa,
mucha caridad, poco trabajo, ya ni siquiera en el más fácil y placentero, que
los años no perdonan ,nos entregábamos en cuerpo y alma a la mejora de los
accesos a la carretera general y a las fincas y cuando llegábamos a casa para
el almuerzo ya los niños estaban merendando después de venir del catecismo, que
el párroco impartía después de almorzar y dormir la siesta un par de horas.
Seguro que aún no estaría el cura probando el pote del ama
cuando ya volvíamos a ser abroncados por DON FERNANDO:
¡Apartaos, bastardos maricones, dejadme pasar, que vengo de
la Santa Misa!. y todos nos apartábamos silenciosa y sumisamente.
La religiosidad del prócer servía al menos para que durante
un par de horas, las que mediaban entre cuando nos definía como idiotas ateos y
cuando nos calificaba de bastardos maricones, no sé si el vino de CACABELOS de
CAZURRO el de la tienda, el bar junto al santuario, tendría algo que ver con el
superior insulto del regreso, se portase de manera menos autoritaria e
insultante que a diario.
Sólo una vez había perdido los papeles, como quince años
antes, a tenor de la edad de la única víctima de aquel incidente, un corpulento
mozo que” octaferiaba” con nosotros y que era el único que ponía nervioso a DON
FERNANDO.
Como siempre, DON FERNANDO, antes de arrodillarse en el sitio reservado para él junto al altar, en la
zona de autoridades y de prominentes, se persignaba y se santiguaba muy
lentamente, en posición de firmes en el pasillo ,acompañando los gestos con las
palabras de ritual:”Porla, señal,
delasantacruz…………….Diosnuestro……Espíritusantoamén”.
Aquel domingo estábamos todos en la Iglesia, porque se “estaferiaba”, aún no habían abierto las canteras de pizarra,
así que todos asistimos a aquel espectáculo tan representativo de las esencias
de la que debíamos denominar NUESTRA CATÓLICA PATRIA.
Notamos cómo el prócer pateaba estilo CHARLOT(cuando fingía
correr detrás del malvado que había querido secuestrar a su hijo) a la vez que
celebraba su consabido ritual .Los últimos pisotones antes de salir disparado
ya recordaban más bien a la de los garañones cuando los sujetan los mamporreros
para que monten a la yegua correspondiente a modo y no al tuntún.
De pronto, cuando DON FERNANDO iba corriendo por el pasillo
central, asumimos la gravedad de lo que pudiese ocurrir:!un grupo de gitanillos
en EL CABIDRIO TRASERO(zona claustral junto a la puerta grande interior)fingían
que se pedorreaban metiéndose un dedo en la boca y provocando un sonido que a
muchos causaba risa, ….pero……!.
Los churumbeles, cuatro
o seis entre los siete y los doce años, hijos de PEPE EL GITANO, adjetivo
machacón, já ,já, por si hubiese dudas,
que solía acampar en el bosquecillo de las afuera, estaban en compañía de CAMUÑO EL PICONERO, que a sus
diecisiete años, la necesidad obliga, dominaba todas las técnicas relacionadas
con el carbón vegetal ,e hijo de LA CORRUPIA, otro adjetivo que tal, mezcla de
mendiga y de jornalera.
CAMUÑO disfrutaba con las bromas de los gitanillos y
apuraba con deleite la diminuta colilla
de su cigarro antes de entrar a la Iglesia, dizque a firmar por unos minutos su
obligatoria condición de NACIONALCATÓLICO.
Todos nos volvimos hacia la puerta grande, para ver cómo DON
FERNANDO sólo conseguía dar una pequeña nalgada al menos rápido de los
gitanillos, y cómo compensaba su
frustración con un guantazo en la cara de por sí roja del joven CAMUÑO:!Zassssssss……..toma,
sinvergüenza, y pagarás por tu desfachatez!.
-¡Que sea la última vez que se atreve, asesino!.CAMUÑO
acompañó su frase dándole un tremendo
empujón a DON FERNANDO, que salió trastabillado pasillo allá de regreso a su
lugar de honor en el templo.
¡Silencio, todos!.!Respeto a la casa del Señor!.!Y tú,
CAMUÑO, siéntate en el último banco, calladito, y ya hablaremos al final! DON
LUCIANO se nos mostró tal cual era:!cura, falangista y militar!.!Explosiva
mezcla!.
Los que acompañábamos a CAMUÑO en el último banco no nos
atrevíamos a movernos. Pero sí que, comentario posterior, de reojo observamos la
actitud del joven “ sometido a reducción”: de vez en cuando sacudía la cabeza,
se pasaba la mano por la enrojecida mejilla, y esbozaba una sonrisa mezcla de
felicidad y de enigma.
Tardaríamos años en comprender a CAMUÑO .Bueno, en realidad,
aún seguimos sin entenderlo.
Acabada la ceremonia, se montó la marimorena en la plaza del
templo: DON LUCIANO quiso imponer su autoridad, DON FERNANDO quiso rematar, y
CAMUÑO tenía argumentos y valor para defenderse.
Por una vez, HERMENEGILDO EL ALGUACIL se olvidó de su
aldeanismo burgalés e hizo algo relevante: interpuso su, más que gigantesca, fea y repelente humanidad entre DON FERNANDO Y
CAMUÑO, y consiguió que, bajo la égida de DON LUCIANO, se diesen todas las
explicaciones.
¡Queda todo aclarado!.!Mientras anden por ahí PEPE Y SU
GREY,BRAULIO(el sacristán) se quedará de portero para que los cíngaros no
entren a profanar el templo de Dios!.!Tú,CAMUÑO, no les des coba, no fumes en
EL CABIDRIO, y debes de pedirle perdón a DON FERNANDO por insultarle!.!Y
pelillos a la mar!.El exordio de DON LUCIANO sonó a filípica determinante,
pero…
-¿Que qué?.¿Me da UNA XUSTRADA y he de pedirle perdón?.!Ni
muerto, vamos…!
¡No lo líes más, muchacho, que Dios perdona, pero las leyes
del Caudillo son también eternas!, metió miedo el cura.
¡Déjelo, DON LUCIANO, que más bien antes que tarde será
castigado por sus delitos!, arrimó el prócer el ascua a su sardina.
-¿Pero qué hice?.!A ver!.¿Pruebas, explicaciones?.
¡Chaval, yo no soy asesino, soy defensor de mi Dios, de mi
Patria, de mi Caudillo y de mi futuro rey! ,matizó DON FERNANDO.
¡Más o menos es así!, corroboró el cura.
-¡Bueno!.!Ustedes ganan!.!DON FERNANDO no es un asesino!.!Yo
soy culpable de haber nacido “De por Dios” y culpable de todos los males del
mundo!.!Todo el mundo es bueno!.!Vale, ahí se quedan!.
¡Más humildad, joven!.!Y no metas a tu pobre madre en……..!.
¡Zasssss, zassss…..zassss!.!Toma .sinvergüenza, seré puta
pero soy honrada!.!Te tuve de Por Dios, aunque
tu verdadero padre no anda muy lejos ,pero traté de hacer de ti una
persona buena!.!Y a fe mía que lo voy a conseguir!.LA CORRUPIA había irrumpido
en escena con decisión y los tres guantazos que arreó a su hijo dejaban en
simple caricia el de DON FERNANDO.
¡Por amor de Dios, cálmate, CARLINA, que ya está todo
claro!, suplicó el cura. Algunos acabamos por saber que LA CORRUPIA se llamaba
en realidad CARLINA, hermoso y extraño nombre.
-¡Me voy, me cago en todo lo que se mueve, que si sigo así
me van a pegar hasta BRAULIO y HERMENEGILDO!.!Ahí se quedan, y por años, que me
voy de verdad!.
CAMUÑO se fue aquella noche y no apareció por la aldea en
diez años, porque a los siete lo detuvieron en Tenerife-iba como marinero en un
mercante de Marsella-y le obligaron a cumplir tres años de mili en La Legión
Saharaui. Quedó ”bien cocido”, y decidió
regresar a la aldea. Y con los francos traídos de Marsella convirtió la choza
de LA CORRUPIA, en las afueras del pueblo, en un bonito chalet. Compró también
una huerta, por eso participaba en los trabajos comunales, y montó una nave
para su carbonería, aparte un pequeño camión para servir a domicilio a los clientes.! Hasta en
LA CAPITAL IMPERIAL tenía clientes!.
Nada quedaba, en apariencia, del pobre hijo de LA CORRUPIA:!
En MARSELLA lo habían espabilado bien espabilado!.
Escandalizaba, y a la vez acobardaba, a todos los que
escuchaban cuando se reía a cuenta de su condición de hijo de madre soltera, de
ser “ De por Dios”.
-¡Já,já, qué suerte la mía!!Si en Francia tengo un hermano
gemelo!.!Nos parecemos como dos gotas de agua!.
¡Más de uno movilizó a algún pariente de LA GRAN CAPITAL
para que aportase alguna revista con fotos de GÉRARD DEPARDIEU, el famoso
actor, icono del MUNDO FRANCOGALO!
¡En verdad que el parecido era extraordinario!!La misma
nariz rota, por el boxeo y por las peleas de delincuentes, similar cabello
rubio, ojos claros, rostro cuadrado y férreo, elevada estatura!.
-.¡DE PAR DIEU quiere decir DE POR DIOS!.!Já, já!.!Seguro
que mi padre es un señorón de por aquí de origen aristocrático francés, aunque
haya cambiado el apellido” para nacionalizarlo”, já, já.!
Con menos energía,
porque le pesaban los años, pero no con menos mala uva, porque esa nunca se
pierde, DON FERNANDO seguía
insultándonos todos los domingos al ir a Misa
y al regresar, y sólo CAMUÑO sabía sacarle los nervios de sitio.
¡Apartaos, maricones bastardos, dejadme pasar, que vengo de
la Santa Misa!, gritaba el prócer.
Todos nos apartábamos en silencio, y temerosos, porque el
joven DON FERNANDO, católico al islámico modo, había tenido todas las cartas para convertirnos en nietos
e hijos putativos de nuestros abuelos y de nuestros padres, y de haber
aprovechado en secreto y en silencio cómplices-ya se sabe, las deudas, la
pobreza -los coños de nuestras abuelas y de nuestras madres, tomados como
prenda, como fianza.
Solo CAMUÑO, con su teoría del DEPARDIEU, desafiaba al
glorioso prócer.
-¡DON FERNANDO, mientras usted está en Misa preparamos todo
para que usted pueda comer hasta reventar lo que come y traga cuando no va a su
Santa Misa, já,já!.
¡Decir que tu madre anda abriéndose de piernas por los
caminos para el primero que pasa, y, claro, tú, faltando al respeto a un
ilustre patriota y católico!.!Sinvergüenza!.
-¡Já,já, DON FERNANDO, seguro que usted entró con su
tuneladora nueve meses antes de nacer yo en el túnel de LA CORRUPIA, já,já!.
¡Sinvergüenza, mamarracho!.!De Francia trajiste la
degeneración!.!Ya lo escribió el querido JARDIEL:! De once mil adolescentes
francesas exploradas, ninguna resultó virgen!.!Corrupto país que corrompe a los
rojos como tú!, gritaba DON FERNANDO.
-¡Hasta el domingo próximo, DON FERNANDO, digo SEÑOR
DEPORDIÓS,já,já!.
¡Bastardo, maricón, corrupio……..!.Conforme se alejaba el
coche de DON FERNANDO, seguían oyéndose similares lindezas, aunque en voz más
baja y con menor nitidez.
¡Bendito país nuestro!.
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