¡Pobres padres tuyos, lo que trabajaron para pagarte la
carrera, y tú que hayas salido el mangante que saliste ¡, era la exclamación
típica en tiempos pasados para reprobar a cualquier titulado medio o superior
que se portase impropiamente.
Recordé esa expresión hace pocos días al caminar entre dos
bebercios, compinchados entre sí para ver una final de un campeonato de fútbol,
en plena emoción y acción- reacción ,acción azuzadora de los narradores, los
comentaristas de la tele-creo que había también algunas emisoras de radio para
complementar la formación de los cultos oyentes televidentes-y reacción de la
chusma vociferante, jaleando, animando, insultando.
L a fuerza de esta actividad neonazi es tan poderosa que
hasta el dueño del soturno cubil sin nombre miraba a través de su
ventanuco-taquilla la pantalla gigante que la puerta abierta del local de
enfrente dejaba ver, sin preocuparse de sus clientes, que supongo estarían en
la zona de nirvana del sótano del cubil.
A veces, algunos desanimados “espectadores” cruzaban la
calle bajo el toldo común de ambos negocios y se perdían en los fondos del
soturno cubil, quizá a buscar el consuelo del nirvana.
¡Eh, viejo, hijo de puta, se ve que eres del enemigo, pero
te jodes, que vais a perder, y “nuestra máquina”le hará un gol a tu mujer!,y el
forofo triunfador y borracho intentó zancadillarme.
¡Eh, un respeto al señor, que es un buen vecino!, me
defendió el camarero.
¡No, el vejete no es del enemigo, que es un carca de mucho
cuidado!, matizó un cuarentón sentado ante una jarra de cerveza en la mesa
enfrente del que intentó zancadillarme.
¿Pero que os pasa hoy?, pregunté con inocencia, ignorante del gran evento que
se celebraba.
¡Es la Patria, maricón!, gritó otro.
Quise entrar en diálogo con ellos pero me alejé con mi
dolor, olvidando todo aquello del “mens sana in
corpore sano” y del “citius, altus, fortius” que nos enseñaban los
frailes, al escuchar las diatribas violentas de unas voces conocidas- una de
ellas de antiguo postulante dominico-apelando a los más bajos instintos del
hombre para ganar”por cojones”.
Y pensé :¿estudiar una carrera para echar carnaza a los
perros, y encima recibir salario público a espuertas, de nuestros impuesto?.
No olvidemos que hasta las emisoras de radio y televisiones
dizque privadas son de concesión pública, como las farmacias, los registros de
la propiedad, las notarías , los taxis o los autobuses de línea, pero triste es
que en la misma línea de violencia estén los medios de comunicación autonómicos
y estatales ,financiados totalmente a cargo de LOS PRESUPUESTOS GENERALES DEL
ESTADO ,o indirectamente con alguna de LAS DOS CASILLAS PARA TANTAS OBRAS
BUENAS.
Seguí caminando, tan preocupado de mis problemas familiares,
de bastante gravedad, que me olvidé de la humillación sufrida ante unos
bárbaros inducidos por gente con estudios y que cobran 200.000 euros anuales de
partidas que también pueden dedicarse a la caridad.
Pobres bárbaros, muchos de ellos en desempleo, cobrando la
renta básica de 438 euros por culpa de su exempleador, el rico presidente de
uno de los equipos en liza, pagador de sueldos millonarios a los jugadores de
su empres/club, y pobres contribuyentes, todos nosotros, que marcamos LAS
CASILLAS DE LA SOLIDARIDAD para ayudar a LOS MÁS NECEISTADOS y terminamos
manteniendo LA CUEVA DE FABRICAR PERIODISTAS NEONAZIS.
En LA OTRA CUEVA, en el soturno cubil ,un porcentaje de
bárbaros duerme la mona, la borrachera, se adentra en el nirvana, mientras en
la calle otro porcentaje de bárbaros se pelea y destroza lo que encuentra a su
paso.
Y en LA TELE ESTATAL
dedican el sesenta por ciento de la programación a ensalzar los hechos
narrados con tanto espíritu olímpico por LOS NEONAZIS DEL PERIODISMO DEPORTIVO.
¡Así nos va!.
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