NARDÍN EL DE LOS PESCARDOS

 

                       

Llegué a tiempo para incorporarme a la cola  de los que esperaban a LOS TSUBARCAS en  frente de LA GRUTA.

-¡Probe de mí, qué vou FER(E);ya LOS MIOUS FICHUS esperando por NOS  en CHANDELOURO!.Los lamentos de aquella anciana  que debía vivir en una braña fronteriza con VILLAYÓN me llegaron al alma.

¡Calle, MAY, calle;  non me ponga en VERGOÑA!, suplicaba una moza que debería de ser su hija y que intentaba explicar la situación al terrible NARDÍN EL DE LOS PESCARDOS, conductor del ALSA que se tenía a sí mismo por COMANDANTE DE AVIACIÓN(MILITAR) y de GRAN VUELO COMERCIAL.

-¡Dejen subir a LOS VIAJEROS de CANGAS!.!Tenían ustedes que espabilarse y bajar a LA ESTACIÓN!.!Los de LA ESPINA y TINEO tienen que esperar  al coche de LA POLA, dentro de hora y cuarto!.

¡Tranquilah,SEÑORAH, que todo tiene SOLUSIÓN!. Una voz de ANDALUZ transmitió calma desde la puerta del BAR ALTO.

LA COLA se redujo sustancialmente. Yo me quedé como embobado, algo habitual en mí, y seguí a GINÉS GADAÑÓN, del que me separaban una pareja de ancianos que a mí me llegaban   por el codo y a GADAÑÓN por la cintura.

-¿Dónde va..usted?, preguntó, con recelo, NARDÍN a  GINÉS GADAÑÓN.

¡A JAVITA, rapaz!.La voz estentórea(que no  OSTENTÓREA como diría alguno) del GIGANTESCO SEGADOR sonó por todo el autobús.

-¡Ah, vale!, concedió NARDÍN sin poder disimular su duda. ¿Y  ustedes?, preguntó NARDÍN a LOS PEQUEÑITOS:

¡Pa LA MESTA TSCHIMÉS! ,dijo LA PEQUEÑITA…

.

-¿Cómo?. NARDÍN se sintió fuera de juego.

¡Pa CANGAS, TONTA!, matizó EL PEQUEÑITO.

-¡Ah, vale: siéntense detrás de de mí; y usted, aquí al lado, porque con esa  estatura no sé si podrá en otro sitio!.

¡Cumu tú digas, NIN!.GINÉS se acomodó en el  llamado SITIO DEL COBRADOR.

-¿Y….usted…….TÚ?.NARDÍN tuvo dudas respecto a mí, que era el último de la cola .Pero éramos viejos conocidos: veinte años antes habíamos  coincidido  en tercero-él era repetidor- y además siguió  otro año más como aprendiz de tornero con LISARDO BORNAY en EL TALLER DEL CONVENTO hasta que lo llevaron  a LA CENTRAL ALSA DE TREMAÑES donde aprendió MECÁNICA y acabó como CONDUCTOR, al igual que su hermano CUNDÍN, algo mayor que él, también EXCAURIENSE.Y es que LOS PESCARDOS tenían la protección de  LOS MARTÍNEZ RABANAL, la millonaria familia del PADRE ADELO.LOS PESCARDOS debían su apodo a hacer su vida en el río, en LOS MOLINOS DEL CHANDEO, entre CORIAS y EL PUENTE DEL INFIERNO, aunque sus ingresos principales venían de cuidar las ovejas, cabras y vacas de LA FAMILIA DE LOS  MILLONARIOS AUTOBUSEROS  en EL BAILÍO DE RETUERTAS al PUELO.

¡Yo, al RODICAL!.No era capaz de mentir ni para librarme de la cárcel, pero aquí, ignoro la razón, lo hice quizá intuyendo LA MENTIRA de GINÉS GADAÑÓN.

-¡Vale!.!Mira a ver si te puedes colocar ente aquellos DROGADIZOS  de la última fila!.!Y otro día bajas a LA ESTACIÓN o si no tendrás que ir con mi hermano en EL VERDUGO hasta LA FLORIDA y subir andando hasta EL RODICAL!.

No procedía que me soltase aquel rollo  pero le perdió el subconsciente porque dio por sentado que yo sabía la historia de EL VERDUGO, mil veces narrada por EL PADRE ADELO, que con su inocente socarronería era capaz de un equilibrio entre la bondad de UN FRAILE y EL INSTINTO COMERCIAL ASESINO DE COMPETIDORES de UN GRAN EMPRESARIO.

-¡Já, já, já…….  Al autobús de las cinco y media de la mañana le pusieron EL VERDUGO los taxistas de CANGAS y de TUÑA porque les fastidió el negocio de LOS VIAJEROS URGENTES a OVIEDO .Antes el primer ALSA salía a las siete y cuarto, y LOS TAXISTAS eran como LOS COLECTIVOS SUDAMERICANOS: mitad TAXI, mitad AUTOBÚS de LÍNEA.!Y no digamos MINÍN DE ALLANDE, que lo tenía bien montado……y aún sigue haciendo COMPETENCIA DESLEAL, que en el fondo es AYUDA A NUESTRA EMPRESA, porque nos ahorra CONDUCTORES y VEHÍCULOS!,

Empecé a caminar, oteando la parte de atrás del autobús, desde donde llegaban rodando LATAS VACÍAS DE REFRESCOS.

-¡Atento, SOLDADO VIAJERO, que EL SARGENTO CONDUCTOR le puede arrestar!. Creí conocer la voz MILITARIZADA y MILITARIZADORA y que seguramente se refería a mí, pero EL PUDOR REVENIDO no me permitió girar la cabeza y asegurarme de que yo estaba en lo cierto.

Conseguí llegar a la última fila. Quince o veinte DROGADIZOS y DROGADIZAS tenían montada SU BUENA FIESTA. Quedaba un asiento libre entre UN LARGUIRUCHO DE POBLADA BARBA NEGRA y UNA PEQUEÑITA  CASI ADOLESCENTE que se apretaba contra la ventanilla derecha.

-¿Puedo sentarme aquí?.

¡Sí .por supuesto!.Y  EL BARBUDO se encogió y se arrimó más al GRUPO.

LOS DROGADIZOS y DROGADIZAS, tal cual les denominaba NARDÍN con mala intención, no eran DROGADICTOS y DROGADICTAS sino ESTUDIANTES que venían de MATRICULARSE en LA UNIVERSIDAD y que se divertían  cantando, fumando, lo que no estaba prohibido en tanto en cuanto no molestasen a los demás-quizá algún CANUTO rondase disimuladamente por allí-y cuya mayor trastada era dejar que LOS BOTES DE REFRESCO una vez vacíos rodasen por el pasillo del AUTOBÚS.

NARDÍN debía de tenerles miedo, y se conformaba con denominarles DROGADIZOS en voz alta, para que se enterasen.

Porque NARDÍN tenía mala uva: justo aquella mañana, delante del BAR CENTRO de BRAÑAGRANDE había montado una escena a LO MILITAR:

-¡Son ustedes como chiquillos!.!De  TENEO tenían que ser!.!Venga, todos en fila, con orden y con el billete en la mano!.LOS PAISANOS le hacían caso hasta cierto punto.

¡Ya está borracho EL CANGUÉS!, !Seguro  que ha desayunado AGUARDIENTE de CARCEDA!,CRESCENCIO el de ALMACENES, que era CAZURRO PERFECTO CASTELLANOPARLANTE ,se solía pelear, al igual que OTROS CONDUCTORES, con NARDÍN, por PREFERENCIA DE PASO en las complicadas curvas de EL RODICAL.

-¡Si me apeo, te  pego  una hostia!, amenazaba NARDÍN a CRESCENCIO desde LA VENTANILLA DEL AUTOBÚS.

¡Tú no pegas ni sellos!.!Bájate y subirás con MI TAMPÓN en la cara, já,já,ja!.EL DE ALMACENES no se cortaba ante EL RAPAZ DE LOS PESCARDOS.

-¡Perdona si te incomodo en este sitio tan estrecho!.LA RAPACINA a la que yo iba a separar de LA TURBA DE DROGADIZOS Y DROGADIZAS me miró como agradecida.

¡No, por DIOS!.!Con usted podré hablar tranquilamente!.EL ACENTO de LA MOCINA me sonó GUIRI, como se empezaba a decir entonces.

-¿Cómo te llamas?.

-¡MAUREEN CAMINO!.LA RAPAZA sació mi curiosidad.

-¡Entiendo que eres de MADRE INGLESA y de PADRE ESPAÑOL!.

¡NO, son ESPAÑOLES de LEÓN, aunque yo nací y me crié en LONDRES!.

Fue así como  conocí a MAUREEN CAMINO SUÁREZ ÁLVAREZ, que sin llegar a ser mi amiga, me facilitaría una serie de contactos que , aunque fuese momentáneo espejismo ,iban a hacerme soñar en un mundo menos jodido que el que me tocaba vivir.