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jueves, 23 de enero de 2020

CARMEN CEÁN



De LAS SIETE HERMANAS DE PELANAS, es decir, de KIKE CEÁN,ERIK para LOS NORUEGOS, ENRIQUE de ERIK para PONCIANO AMORUSO ,sólo CARMEN había pasado por VICARÍA ,como suelen decir LOS ELEGANTES.

¡Había pasado a la fuerza, sumisa externamente-diecisiete años de mil novecientos cincuenta significaban obedecer sin rechistar-pero confabulándose en lo más profundo consigo mismo para ser libre como el viento!.Como  el viento de LA CARRETERA DE PAJARES, donde se situaba EL INTERNADO DE SANTA CECILIA ,en el que había conocido a SU ANTOLÍN.

¡Él, ANTOLÍN DE FABERO, ocho años mayor que CARMEN ,de familia de represaliados, tuvo que decir SÍ, SÍ o SÍ, no le quedaba otra!!El que juega con fuego acaba quemándose!, le había dicho EL COMANDANTE DE ZONA.

A PRIMITIVA, SECUNDINA y TRINIDAD ,el abuelo FELIPE-al padre, EVERARDO, sólo le interesaban LAS LOFOTEN-las había enviado  un par de temporadas con LAS URSULINAS para que  se puliesen, repasasen lo aprendido en la escuela con DOÑA GERVASIA, una palentina de armas tomar, virgen eterna ,por ende poco capacitada para ABRIR LOS OJOS a LAS MOZUELAS.LAS MONJAS les enseñaron lo suficiente para que EL FUTURO SERVICIO SOCIAL de LA SECCIÓN FEMENINA no se les indigestara y para que pudiesen mantener una conversación con cualquiera. No se aspiraba a más con las hijas de los ricos; las pobres,  a servir y a casarse con un  hombre que las mantuviese o que las espabilase.

 CARMEN pudo aprovechar el flamante INTERNADO DE SANTA CECILIA durante cuatro años. Las cosas mejoraban también un poquito para las féminas en LA NUEVA ESPAÑA .Era buena estudiante, quizá hubiese llegado muy arriba, pero EL CARBONERO la deslumbró.

ANTOLÍN  FELICIANO trabajaba en una pequeña mina de su comarca natal de FABERO .Hacía de todo: posteador, barrenero, picador……..sindicalista al estilo de entonces……chofer del camión  de reparto de antracita.!Y FOGONERO DE LAS MONJAS DE SANTA CECILIA!.

EL INTERNADO tenía en la parte de atrás, junto a la cocina y a la sala de máquinas ,un depósito para carbón, leña, carburantes y otros productos, que se introducían por una trampa protegida por UN ENREJADO SIN LLAVE .En aquella época, nadie se imaginaba en una población pequeña que se pudiese robar a las monjas. Así que hasta el acceso de LA CARBONERA a LA SALA DE MÁQUINAS y a LA COCINA solía estar expedito.!ANTOLÍN podría entrar y salir como PEDRO por su casa!.

LAS MONJAS aprovechaban que ANTOLÍN también fuese un manitas con LAS MÁQUINAS, en especial con LAS CALDERAS y LOS MOTORES, pues QUIRICO, el recomendado del SEÑOR CURA para HACER EL MANTENIMIENTO no era sino UN ALBAÑIL POLIVALENTE y las más de las veces había de pedir ayuda externa.!ANTOLÍN fue la solución para  complementar al bueno de QUIRICO!.

LA CARBONERA se convirtió  con el tiempo en EL HUERTO DE CALIXTO Y MELIBEA, donde UNA CELESTINA SIN DETERMINAR maquinaba los encuentros y las desfloraciones de LAS ALUMNAS  PÚBERES, LAS MELIBEAS  que  encontraban a SU CALIXTO/ANTOLÍN, o como se llamasen los otros compañeros de trabajo y de artes amatorias del futuro yerno de LOS CEANOS.


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