viernes, 8 de abril de 2016

MOGARRAZ, EL FALSO CEMENTERIO VIVIENTE


Viajaba yo hace algún tiempo por el SUR de LA TIERRA DE MUITO PAN, absorto en mis pensamientos, algo que suele suceder cuando no tienes que conducir, y sin saber porqué me pasó por la cabeza lo sucedido en el CEMENTERIO de “PEDRO PÁRAMO”, obra que dio fama universal a JUAN RULFO, de tal modo que muchos dudan y creen que fue PEDRO PÁRAMO el que escribió una novela llamada “JUAN RULFO”.

Entre SAN MARTÍN DEL CASTAÑAR y MIRANDA DEL CASTAÑAR, nos detuvimos, inesperadamente, en MOGARRAZ.

La calle principal tenía todas las fachadas cubiertas con cuadros y fotos ampliadas de los moradores de cada edificio, no se veía a nadie por allí, todos dormían la siesta ,todos, excepto un octogenario confeso que no aparentaba más de sesenta-el aire serrano ,sin duda-que aprovechó nuestro interés por la insólita exposición para ejercer de lo que era: guía estático de MOGARRAZ.

-¡Algunos están muertos, otros estamos vivos, miren ahí y mírenme a mí!, exclamó él con orgullo, mostrándonos la ampliación de la foto de su antiguo DNI.

Sin duda que lo conocerán muchos y no sólo de LAS TIERRAS DE EL ANDALUS, también  estudiantes foráneos de LA UNIVERSIDAD CHARRA que allí se acercan a mamar CULTURA GODO-MORO-CRISTIANA y transmitirla,  tergiversada, a las gentes de sus culturas nativas
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Me sentí avergonzado por comparar a MOGARRAZ  con UN CEMENTERIO VIVIENTE, y no sólo por las palabras del guía estático, sino porque de pronto todo el mundo quiso salir a la calle y aquello se convirtió en un hervidero humano.

-¡Já,já, muchos están aquí de vacaciones!.!Son del Norte y vienen a ver  la casa natal de SU GRAN JEFE, nacido aquí y emigrado allí en tiempos del AUSENTE!.!Unos vienen porque le quieren y otros porque le odian!.!Pero su familia sale ganando, porque venden todo el pan serrano y el hornazo que fabrican!.!Vayan y verán que ya se agotó todo, queda ahí mismo la casa!.

Tenía razón el viejo:! nos quedamos sin hornazo!
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E l hombre sólo me preocupó un pelín por si ofendía a una  señora que nos acompañaba, nativa del otro lado de LA PEÑA DE FRANCIA, pero dimos por buena  la flor que echó a nuestra acompañante, la única que  se identificó del grupo, junto conmigo mismo, que me asoció a un  médico norteño que empezó aquí su carrera y casi la terminó en  SANTOLÍN DE REVIECO.

¡El que duerme con una jurdana, ni pierde ni gana!.

Podría haber interpretaciones morbosas y retorcidas, pero tomémolas en el mejor de los sentidos.


¡Larga vida a los que yo creí MUERTOS VIVIENTES DE MOGARRAZ!.

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