EINSIEDL

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jueves, 26 de noviembre de 2015

LES GRISONS ET UN FALIETSAN


Grison/Romanche à la maison ,Allemand dans la rue, les citoyens grisons sont bènits en étant  frontaliers, au Sud du Nord.

Falietsa à la maison, langue moderne du El Andalous dans la rue, les Falietsáns ont assez de problèmes en étant frontaliers, au Nord du Sud.

Pour UN SUISSE TRANSNATIONNÉ  EN FALIETSAN il ne reste qu’à  considérer  La Falietsa comme u ne « Langue nordique », chez son cœur, chez sa tête.


Pas de probléme pour  les francophones, la Géografie à l’appui.

GRISCHUN VERSUS FALIETSA


Rumantsch zu Hause,Deutsch auf der Strasse,wohnen die Grischunen in der Nähe Einsiedelns,jenseits des grossen Gebirges,im Süden von Norden.

Falietsa zu Hause, El Andalus sprache auf der Strasse, wohnen die Falietsáns in der Nähe Motseirosos, im Norden von Süden.

EIN SCHWEIZER ZU FALIETSÁN TRANSNATIONNIERT sollte sich die Falietsa sowohl zum Herz al auch in der Meinung für « Nordischesprache » halten.


Die Franzosen haben das Problem dank der Geographie gelöst.

RUMANTSCH VERSUS FALIETSÁN


Vivir en un ambiente hostil, en apariencia cordial, obliga a la búsqueda de comparaciones positivas.

Rumantsch/grischun, romance o grisón, es la lengua de un pueblo situado al Sur del Norte, al otro lado de La Gran Montaña, no lejos de Einsiedeln.

Idioma latino en casa, alemán en la calle, los grisones son un pueblo libre.

Falietsa es el idioma de un pueblo esclavizado que vive al Norte del Sur .Y aunque no sea un idioma”nórdico” en su base, lo es algo en sus componentes y mucho en mi corazón.

El grischun puede mirar al norte . El falietsán tiene que mirar al sur.

Mejor lo tienen los francófonos, ayudados por la geografía: pueden sentirse del Norte  o del Sur sin esfuerzo adicional.


Pero todo sirve para que UN SUIZO TRANSNACIONADO EN FALIETSÁN se sienta feliz .O  que al menos lo intente.

martes, 24 de noviembre de 2015

SIETE PÁGINAS DE LA REGUERA


Diógenes, antes de  entrar en su biplaza manivelo, acompañado de Don José, para trasladarlo al lugar  del” crimen”,obedeciendo las órdenes en comandita de los curas de almas y de cuerpos, dio a su vez una orden al pobre Manolín, que en representación de su madre se había quedado en el velatorio.

-¡Manolín,vete a casa, que mañana a las ocho tienes que abrir!.!Tú ya has cumplido con creces!.!La vida sigue!.

¡Sí,jefe!.!  Ya me voy a dormir!.!Hasta mañana!.

-“¡Hasta mañana,Manolín!, y Diógenes  consiguió al segundo par de manivelazos que su Fotingo  lanzase un ruido ensordecedor, señal de que el viejo cacharro aún seguía siendo útil.

¡Da gusto con el pobre Manolín!.!Sé que tiene pavor a la noche y a los muertos ,pero se sacrifica!, comentó Diógenes mientras descendía desde el galpón hasta la carretera, y Don José, en la fase apática de su bipolaridad, en cierto modo relajadora de su tensión nerviosa, se limitó a asentir con unos pocos movimientos de cabeza.

¡Mire,Don José!.!Manolín bajó antes que nadie a dar aviso al párroco, que necesita siempre media hora, el pobre, los años y los kilos no perdonan, para vestirse!.!Pero no iba a subirlo en el sillín,já.já!.!Así que esperó  a que yo llegase y recogiese a Don Francisco!.!Y el, detrás de nosotros,dando pedal, casi nos adelanta!!Y luego de cenar, su madre lo envía a cumplir con los deudos del pobre Gaspar!!Y estoy seguro de que mañana llegará a tiempo para abrir!!.Es una verdadera joya!.!Si  yo pudiese tener por cierto que un hijo mío sería como Manolín, no me hubiese quedado soltero!”, completó su exordio el industrial maderista.

¡Diógenes!.!A muchos  tendrían que habernos tirado al río al poco de nacer!, zanjó Don José de forma abrupta  el panegírico de Manolín y las dudas de celibato del  conductor del biplaza manivelo
.
-¡Perdón,Don José, por mi charlatanería!.!Creo que la impresión por la muerte de Gaspar me hizo faltarle al respeto a usted!.!Perdone, no volverá a suceder!, y las palabras del maderista sonaron a un doblar la testuz, a una sumisión ante el poder científico y administrativo del galeno.

¡Tranquilo, Diógenes!.!Y mentalicémonos para lo que nos espera!.!De momento dar instrucciones al yerno del difunto y cerrar, al menos por mi parte, este triste capítulo!.!Aunque queda la viuda, la pobre…….!.Y  Don José mostró su indulgencia a Diógenes con un tono similar al del maderista, que ya aparcaba el coche en posición de alumbrar al grupo en la escena del crimen.

Don Francisco administró Los Santos Óleos a la enferma, la consoló prometiéndole  la celebración de la palabra, aparte los responsos de rigor previos a la salida hacia el cementerio, una especie de misa menor en la que se podía comulgar ,y en la que ella, su hija, quizá María y otras mujeres podrían acercarse más al Señor y pedir por Gaspar y por todos .

Pepe, una vez el cura hubo impartido  absolución y bendición a la doliente, sacó de su maletín el material necesario para inyectar a Ermelinda la primera dosis de las diez que Don José había ordenado, y  no abandonó la estancia hasta que a los pocos minutos la pobre infeliz empezó  a dormir plácidamente, con una placidez por años en ella desconocía, quizá la placidez que anuncia la muerte
.
-¡Hasta pronto ,Don Francisco!.Seguro que aquí o en otro lado en breve nos veremos.!Y el enfermero se dirigió hacia su moto.

¡Seguro, Pepín!. ¡El borriquín del Señor lo quiere así!.

-¡Dejo todo en sus manos ,Señor Cura!

¡Sí, borriquín!.Y gracias por la primera inyección. ¡Ya arreglaremos lo de las restantes, que este cura viejo y borriquín tiene buena memoria aún!.

-¡Já,já!, el rápido motorista pinchaculos  devolvió con una carcajada el intercambio irónico con el preste sobre el control de los medicamentos, antes de descender a ritmo endiablado la cuesta del galpón.

Don Francisco, con gran sabiduría, para homenaje de Gaspar, y para que aquellas personas aprendiesen una lección siempre repetida y nunca asimilada ,que la muerte no era sino el tránsito entre dos dimensiones, la primera y la tercera, aunque el Vaticano lo llamase de otro modo, y que la vida, es decir, la segunda dimensión, no era más que un sueño, una fantasía, una ilusión, para muchos una pesadilla eterna ,algo visto y no visto, algo que puede ser mejorado si fue bueno, y sustituido por algo maravilloso si resultó malo ,aprovechó  la presencia de Pablo y Leonardo ,los dos primos carnales de Gaspar, para rendir homenaje al difunto, hablando junto al ataúd como si el compañero de”escondite para no ser ejecutado por los rojos” del párroco no estuviese muerto, sino con su inseparable pitillo de picadura en una mano y su tazón de café negro en la otra, hablando sin parar de caballos, cureñas, cañones, juegos de bolos, romances, etc, en  su simpática y afable charla fabuladora e imaginativa.

Pablo y Leonardo, que acababan de venir de sus casas al otro lado del Tendina, alarmados por las luces y las voces en El Castañal, que contemplaron desde sus caseríos, y asociándolo a la agresión perpetrada por Crispín horas antes ,y temiéndose lo peor, pues conocían el orgullo de su primo ,cabalgaron veloces por el camino más cómodo y largo para  que su presencia fuese inmediata.

Ambos hermanos compartían ,al igual que el difunto, la afición por los caballos, seguramente heredada del Tío Molinón, que  allá en Merlo, en Las Pampas rioplatenses ,gracias a sus probadas virtudes gauchescas había llegado a rico estanciero, y desde donde los protegía a todos, y que no teniendo hijos propios, había prohijado a  los dos mayores de su sobrino Gaspar.

Pablo vivía en la casa familiar, en Rotaeras, y Leonardo, cuya mujer era troncaría, en el predio de ésta, en San Ramón .A Pablo le resultó más fácil galopar hasta donde su hermano y pedirle que le acompañase, antes que bajar por los intrincados senderos del Fontarico, que resultaban más largos que  cualquier ruta de explorador, aunque desde Casa Molinón toda La Reguera pareciese  como la quinta de al lado.

-¿Así que vinisteis a caballo, eh, borriquinos?

¡Sí, Don Francisco!.!Es lo más rápido!,

-¡Já,já,Pablo, borriquín, es la sangre de Los Molinos, y ahí está vuestro tío el gaucho, amigo y algo pariente, que yo también tengo algo de vosotros, y de buen jinete, pero los años son los años!

¡No se queje,Señor Cura, que nos va a  enterrar a todos!, dijo Leonardo  inconscientemente, aunque pronto reaccionó.!Bueno, perdóneme, que  eso no debería decirlo yo ahora!, y le cayeron unas lágrimas al mirar de soslayo el ataúd.

Y es que Álvaro había pedido a Alfonsín, juez, ferretero y también, desde hacía poco ,agente funerario, que le mandase el arcón por Cubanín, y que luego ya concertarían el resto del funeral, a partir de las indicaciones de Don Francisco. Pero el ataúd llegó antes que Cubanín, porque el juez despertó a su ayudante Pachuco, que con el Jeep   comprado a los gringos se acercó enseguida.

-¡Ay, Gasparín!, ¿te acuerdas de cuando pasamos cuarenta y ocho horas sin salir del escondite que nos preparó tu abuelo,Amancio el Rubio, uno de los mejores albañiles  del universo?, y la in terpelación del párroco al difunto atrajo a todos aún más cerca
.
¡Algo recuerdo, pero como estábamos yendo al frente y volviendo cada poco, quizá fue más lo que oí en casa que lo que viví!, comentó Pablo. Obviamente, Gaspar no podía hacerlo.

¡Así es!, apostilló Leonardo.

-¡Bueno, os lo voy a contar con pelos y señales,pero………..cuando resuelva lo que se me viene encima!, y Don Francisco miró , al igual que los otros contertulios, cómo el yerno de Gaspar irrumpía en la estancia con más decisión que los jinetes de Pizarro  en la argentífera ciudad de Cuzco.


lunes, 16 de noviembre de 2015

SEIS PÁGINAS DE LA ARCADIA PERDIDA


¡Si no se salen ustedes, me salgo yo!, y Don José retrocedió hacia la puerta, abrumado por el ruido de aquella multitud de mujeres que rodeaba a la enferma.

José Manuel era el único elemento masculino de la habitación.

Como era habitual en aquellos casos en las aldeas, todos querían cumplir acudiendo a la casa mortuoria, y quizá por instinto, pronto se olvidaban las frases de pésame, los besos  y abrazos, ora de Jesucristo  ora de Judas, los llantos sinceros o fingidos, y comenzaban las conversaciones  en voz alta, los negocios, las murmuraciones, los amoríos, las amenazas.

Quizá  el sentido panteísta que portaban los genes de aquella sociedad, si bien en sincretismo con las prédicas del cura, incitase a despedirse del muerto con una actitud  ante su cadáver como si simplemente fuese a partir para Las  Américas, un destino para el que todos tenían billete , un lugar en el que todos habían sido engendrados.

¡Borriquinas ,borriquinas!!Venid conmigo a rezar unos responsos por el pobrín de Gaspar!, exclamó Don Francisco, encauzando la situación.

Todos, más bien todas, ya que los hombres habían salido a fumar a la campa, acudieron en tropel detrás del párroco,  y se amontonaron alrededor del ataúd que había sido instalado en el salón.

Don José no se hubiese calmado del todo sin la aparición milagrosa de José Luis el Practicante y  Partero ,que formaba  con el doctor el Equipo Médico Habitual de la comarca.

¡Menos mal que llegaste, Pepe!

“Perdone que no llegase antes , Don José, pero el parto de la hija de Abel de Buspalín   se me complicó”.

El Practicante era un experto motorista, y con su vehículo se desplazaba incluso a  lugares cuya vía de comunicación era un simple sendero para caballos.

¿Pero  arreglaste la situación?, preguntó Don José, abrumado otra vez-así era él, bipolar-por si las complicaciones de la parturienta le afectasen a él, como responsable máximo de la atención sanitaria de la zona.

¡Sí, todo perfecto!.!Es un niño precioso!

¡Menos mal!.!Porque aquí tenemos faena!

¡Sí, Ya veo!

¡Para empezar ponle un calmante a esta chica!.!El que tú consideres más adecuado para una embarazada!

Luisina ,cuyos lamentos por la muerte de su padre, y por la gravedad de su madre, retumbaban en todo el contorno, se calmó  repentinamente al oír la conversación entre el facultativo y su subordinado.

¡Por favor, no me duerman!.!Quiero estar  lista junto a mi madre para ayudarle en todo!

José Manuel, que se sentaba al  lado opuesto de la cama, muy apagado ,a l igual que su madre, sintió un repentino temor a que también le pinchasen a él.

Recordó las dolorosas vacunas en la escuela de La Helechosa, aplicadas por José Luis y validadas por Don José, y se sintió enfadado consigo mismo por  traer a su memoria hechos del pasado en las ocasiones menos oportunas.

¿Y tú, chaval, estás bien?, preguntó el médico mientras el  practicante, ayudado por María, la única autorizada a quedarse allí, le ponía una inyección en el hombro, cerca del cuello, a la embarazada.

¡Sí,……….señor!, contestó desganado el adolescente, recordando añadir  al final la palabra ,”señor” ,como le  habían enseñado en la escuela y en el convento.

¡Me alegro, ya eres un hombre!! Que buena falta hará pronto aquí uno!

José Manuel  se sintió, por unos segundos,  muy importante, pero pronto la timidez y el apocamiento le recuperaron para el mundo de los infelices.

¡María, ayúdeme a acostar a  la joven!,  y practicante y benefactora consiguieron poner sobre la otra cama de la habitación a una Luisa Sofía   a punto de entregarse en los brazos de Morfeo.

¡Don José!.!Deme un buen morir, para  estar pronto con mi marido!.!Pero a mis hijos cúrelos, por favor!,y Don José alzó la cabeza hacia el techo, sorprendido por la petición extraña, pero  llena de lógica, de Ermelinda, a  la  que estaba auscultando y haciendo otras pruebas
.
¡Ermelinda, esté segura de que así será!, dijo el doctor, mirando de reojo hacia el  otro lecho
.
El practicante y María menearon sus cabezas de forma muy significativa.

¡Pepe, tendremos que hablar con quien corresponda!, y el doctor también  meneó su cabeza.

A María le cayeron unos lagrimones, pero se limpió a toda rapidez, y se dispuso a mantenerse firme ante lo que se avecinaba.

¡Quedaros fuera, borriquinas, que quiero  hablar a solas con la  enferma!, y el orondo clérigo se unió al equipo  médico  para cumplir su parte.

¡Señor Cura, sus remedios son también bienvenidos!, y el sacerdote evocó sus años en La Argentina, donde  como sacerdote, pero también como médico rural, incluso como veterinario ,recetó “remedios” a cuerpos y almas.

¡Te entiendo, Pepe!

Ah, Pepín, ¿cuándo llegaste?.!No te había visto hasta ahora!.

Don  Francisco llamaba Pepe al doctor y Pepín al enfermero, aunque la definición popular fuese la de Don José el Médico y la de Pepe el Practicante.

Mientras el Practicante recogía sus cosas, y aprovechando una cierta tranquilidad-María se sentó junto a la enferma en el sitio que antes ocupara Luisina-el galeno se dirigió muy discretamente al párroco, que también había echado sus moscardones, más bien moscardonas, a volar.

-Don Francisco, ¿puedo hablar con usted?.

¡Sí, Pepe!.!Faltaría más!.

Cura y doctor se fueron a una esquina, lo más lejos posible, que no mucho, del fragor de plañideras y charlatanes, que eran mayoría frente a los pocos que de verdad compartían el dolor de la familia.

-Mire, Señor Cura, a Ermelinda le quedan a lo sumo dos semanas.

¿Sí?.! Pobrina!. ¡Ahora pasaré a verla!

-A propósito, Don Francisco,¿ con quién de la familia podré hablar?.Porque los hijos no creo que soporten la noticia ni puedan tomar decisiones.

Don José estaba manteniendo una templanza inusual en él, pero la situación lo exigía.

De pronto, padre y madre, en sus cincuenta, se iban a morir, un adolescente abúlico se quedaría huérfano, una preñada histérica ya no podría apoyarse en su madre, siquiera fuese con algún consejo, alguna conversación, o gozando ambas mutuamente de la presencia de un bebé, la madre y la abuela.

¡Yo creo que tendrás que hablar con el yerno, que se quedó alumbrando a los guardias!!.Seguro que a ese borriquín, Dios me lo perdone, no le va a temblar el pulso para decidir cualquier cosa!.

-“De acuerdo,Don Francisco.Si no le parece mal, bajaré con Diógenes mientras usted sigue aquí completando la triste faena.

Y cuando regrese Cubanín de Brañagrande, ya me vuelvo a Las Navas. Como usted es el que más abarca en este asunto, y encima sé que es un gran amigo de la familia, y en especial del difunto,aquí le dejó el certificado de defunción,el laudo decisorio forense, y una prescripción para que le traigan a Ermelinda unos calmantes.

¡Ah, y antes de irnos, por si el cadáver hubiese de estar insepulto más de treinta horas, que supongo que sí, Pepe le va a inyectar un preparado especial pro-embalsamación!”.

¡Estás en todo, Pepe!.!Creo que el funeral lo celebraré pasado mañana a última hora de la tarde!.

Don Francisco se asomó a la puerta de la casa un momento, y llamó a Diógenes, que en ese momento remataba con Juanón  de Porciles la compra de un bosque entero de castaños, robles y abedules.

-¡Eh!,! Diógenes!

¡Sí, Señor Cura!

-¡Acerca a Don José donde el lugar de los hechos, luego sin prisa vuelves a recogerme, y no se te olvide decirle al borriquín del yerno que suba lo antes posible!

¡A  sus órdenes, mi capitán!.!Perdón ,Pater, digo,Señor Cura!.

-¡Já,já, borriquín,Dios quiere que seamos irónicos y espontáneos hasta en las situaciones más tristes!.

¡Sí,Don Franciscco!.!Aunque me dan ganas de llorar!!Porque Gaspar era un amigo como hay pocos!.!Y encima alegre a pesar de los pesares!.

-¡Sí, tienes razón!.!Venga, ve con Dios!, y el cura regresó con la moribunda, con sus hijos, la dormida y el asustado, y con una benefactora, María, que aparentaba alegre aunque por dentro su lloro  llevase el caudal del Nilo en los meandros de Alejandría.

¡Tristes momentos .Dura vida!,exclamó Pepe/José Luis ante Pablo y Leonardo, los dos primos más próximos afectiva y geográficamente de Gaspar ,que  contemplaron con desconcierto cómo el Practicante inyectaba al cadáver.
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sábado, 14 de noviembre de 2015

ROMUALDO FEITO


“Mociquinas de L’Oteiro,
¿quién vos mantién?
L’arrieru’l puerto,
Que vei ya bien”

Este estribillo tsacianiego  lo recordé en una pedanía de BATSEZREIZAS, cuando leí el nombre del  licenciado  al frente de la farmacia local.

-“Me gusta mucho saber del origen de los apellidos. Perdone, pero no es por cotillear .Y Feito me suena a luso-tsacianiego-vaqueiro”.

-¡Já,já!. Intuyo que tenemos el mismo origen.

-“Sí, yo llegué aquí por casualidad”, intenté dar una explicación”…….

-“¡Já,já!, el boticario era muy risueño, no había duda,! quizá yo también soy Feito por casualidad, de las que hay millones en el mundo!

¡Já,já!,! ya sabe usted: yo que no miro, tú que no ves……y niño al canto!”

¡Já, já!,………..,yo  también reí , pese a mi habitual cara de palo.

“Mire, continuó el licenciado, ahora ya con circunspección, mis antepasados eran ovejeros y vaqueros  trashumantes al servicio del Marqués de La Oliva, y  los meses de verano los pasaban en La Cordillera Cantábrica ,en los chouzos y pastizales propiedad del Marqués, en los puertos de Somiedo .Ya sabe, la soledad, la sangre que bulle,etc, lo cierto es que una joven , quizá mi bisabuela, mi tatarabuela, no lo tengo claro, quedó preñada de un vaqueiro de los de allá. Casamiento vía rápida, y aquí tiene usted a unos pocos Feito.”

-¡Interesante!.¿Y no va usted nunca por aquellas brañas?.

¡Si, casi todos los años!.!Pero en coche, no a pie ni a caballo, já, já!

“El caballo nos lo presta mi primo Odón, presidente de La Junta Vecinal de Arcillero de Laciana, que es el nombre que allí reciben las pedanías .Él vive en Villablino , la capital del municipio, pero en Arcillero tiene un casa mejor que lo que le queda de palacio al marqués en La Oliva”.

-¡Arcetseiro Tsaciana!!Hermosa braña!,me salió un ripio facilón.

“Aunque mis raíces norteñas tienen dos vertientes:una,en Meroy del Puerto, al sur de de la divisoria, cerca de donde nace el Sil,y la otra al norte, cerca del mar, en Masenga”.

-¿Masenga?.Conocí a vaqueiros de esa braña, amigos de mi padre.Había uno mudo, el rey le decían.

¡Já,já!.!Qué pequeño es el mundo!!.Creo que ese hombre debería de ser mi tío bisabuelo, y duró hasta finales del pasado siglo.!

-“Sí, eran de Ca’l Rey de Masenga, los ricos de allí. No sé si el apodo vendría a cuento”

¡Já,já!.El Rey mudo-já,já, aquí la excepción no confirma la regla……….

-“Bueno, yo en política no me meto, que es como predicar el cristianismo en la televisión saudí…”

¡Já,já!.!No es para tanto!, me tranquilizó el alquimista.

-“Ja,já.Yo al mudo le debo mi primera borrachera.Me dio a beber, con el permiso de mi padre,de una bota de tres litros, una especie de calimocho dulzón: tercio de vino de Cacabelos,tercio de Xana, y tercio de agua de las fontes(había muchas entre Meroy Masenga)-en la carga de las mulas iban dos colambres, uno repleto y otro a medias, de vino berciano, así como unas botellas de Xana, y un paquete de edolcurante, y varios kilos de azúcar, para fabricar VICIO sobre la marcha-y lo que para los adultos era simple refresco, para un infeliz de ocho años era puro alcohol”

Já,já,.Seguro que entre Meroy y Masenga, más de un colocón hubo.No por alcohol, sino por imaginación.Como lo de Haway  y Bombay, lo del paraíso en mi piso!.Já,já!

-“Sí, ahora que lo pienso……….Pero entonces sólo pensaba en relamerme con la malvasía dulzona, y después en asustarme porque ARRUTSEIREIME……….”.

¿Arru….qué?, la palabra en FALIETSÁN desconcertó al boticario.

¡-Me mareé, la cabeza me daba vueltas, yo daba vueltas, bailaba, asustando a mis padres, jporque yo era tímido,lento, muchas veces parecía inerte, inmaterial…..!

¡Le entiendo, le entiendo!. Y el Licenciado Feito puso una cara de psicoanalista que a mí me sacó unos colores tan rojizos que  mi rostro de por sí rosado se convirtío en una señal semafórica de “prohibido pasar”

Continuó nuestro diálogo,y al fInal convenimos en lo que pequeño que es el mundo, que UN  VAQUEIRO y UN XALDO  de la misma ruta trashumante coincidan al Sur de LA TIERRA DE MUITO PAN, en  TIERRAS DE OLIVOS,XARDONES YA ZREIZAS.

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martes, 10 de noviembre de 2015

ICH WOHNE, LEBE, LIEBE


Ich wohne zwar am KIRSCHTALSEE,der  ein neutral  Punkt  zwischen  MOTSEIROSO und EINSIEDELN wird, lebe ich aber sowohl in KIRSCHTALWILL als auch in MOTSEIROSO und EINSIEDELN, weil ich im INTERNET surfen kann, um die ALLGEGENWARTSBEGABUNG zu geniessen.

Ich liebe, liebe, liebe…………..

Mein HERZ weisst weder von  GEWICHTE noch von MASSNAHMEN
.

Ich liebe am KIRSCHTALSEE, in SANKT ANTONCHEN   auf VERWELKTEN LAND, auf MOTSEIROSOSBERGSGIPTEL, in UNTERÄGERI am ÄGERISEE,  vor dem SCHWARZE JUNGFRAUSHEILIGTUM in EINSIEDELN………