domingo, 16 de agosto de 2015

QUININA Y YO


QUININA  aún estaba en activo como CONSERJE DE LOS SOLVAY cuando, durante unas vacaciones y con la confianza de haber conocido a mis tíos en LA HABANA, acudió para que mi padre le prestase el SAYNE, hermoso caballo blanco cuidado con mimo por mi progenitor ,y poder desplazarse hasta LAS BERRUGAS ,a visitar a unas amistades también retornadas de CUBA.

En mis charlas en el monte con JUANÍN TSEIROSO  ,le oí hablar muchas veces de sus idas a  LAS BERRUGAS, donde ejercía como TSACIANIEGO, como MAESTRO DE CONTRATAS ,a lomos de su MACHO , y de sus regresos a SANTOLÍN DE REBIECO, saliendo de casa al amanecer y regresando cuando ya los TSOBOS y LAS CURUXAS  hacían notar su presencia por LA FONTE’L GATSO o por LA MINA.

Con las explicaciones   a posteriori de JUANÍN, acabé comprendiendo lo que no entendí a mis nueve años: LA PLANIFICACIÓN DEL VIAJE  A DOS, de mi padre y del cuñado de QUININA, y  A TRES, cuando EL MANCO intervenía para TRADUCIR  a lenguaje de CIUDAD las explicaciones RURALES y RÚSTICAS  de su cuñado  y de mi padre.

Ya entonces me admiró LA PROSAPIA de QUININA, al igual que en algunas visitas más a mis padres, pero no sería hasta mis 16 años que pude participar en LAS TERTULIAS DE LA BODEGA DEL MUYÓN, presididas por EL MANCO, ansioso de aprender cosas sobre el mundo exterior.


Quizá en aquellas TERTULIAS ya fluía EL ESPÍRITU DE EINSIEDELN: por una LEY NO ESCRITA, yo no podía beber ALCOHOL, sino XANA, refresco especial ,que me recordaría a LAS DAMAS DE CABELLERA RUBIA DE LA FONTE’L GATSO al amanecer de SAN JUAN, SANKT JOHANS SCHÖNEN FRAUEN. HERMOSURAS HELVÉTICAS ACERCADAS A MOTSEIROSO.

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